Este bolero es el que me acompaña al evocar a mi padre: "Cuando tú te hayas ido, me envolverán las sombras. Cuando tú te hayas ido, con mi dolor a solas, evocaré este idilio de las azules horas. Cuando tú te hayas ido, me envolverán las sombras. Y en la penumbra vaga de una pequeña alcoba, donde una tibia tarde jugué a saltar sobre tu vientre: te buscarán mis brazos, te buscarán mis ojos, te buscará mi boca, y aspiraré en el aire como un olor a rosas. Cuando tú te hayas ido, me envolverán las sombras, y en pos de una quimera te lloraré en las noches." Esta fotografía está tomada sobre el puente de Silva en Gran Canaria allá por el mes de julio de 1984. El puente sigue en pie, incluso están construyendo otro, pero ya no está lo que más importa.
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