Ramón vuelve cada día para hablarme a solas

AMISTAD INDIVISA MÁS ALLÁ DE LA MUERTE

Míralos cómo no saben vivir y consideran muerta

mi presencia. Obsérvalos afligirse por la codicia

que nunca padecí y sigue mi ejemplo. La delicia

que repartió mi alegría feliz, tómala en herencia.

Vamos a proseguir juntos en un periplo de ausencias.

Cuando mueras, y al fin te unas a mí, serás noticia

en los umbrales de los cielos. Disfrutarás la caricia

del aliento de Dios y los ángeles abrirán las puertas

a un paraíso de miel, calma y placidez eternas.

Nadaremos en playas que sólo existen en los sueños.

Te mostraré con mis manos el secreto de la madera

que fue mi sustento y cobijo en la tierra. Seremos,

sin interés, el ejemplo de la amistad duradera.

Déjalos sufrir sus ambiciones. Nosotros gozaremos.

Dunas de Maspalomas en la isla de Gran Canaria