lunes, 30 de marzo de 2020

El primer emperador romano nacido fuera de Italia

 
Tiberio Claudio César Augusto Germánico
(Lugdunum, 1 de agosto del 10 a. C. - 13 de octubre del 54 d. C.)
Conquistador de Britania, reformador de Roma e historiador
(Estatua de bronce de la primera mitad del siglo I d. C.)
(Museo Arqueológico Nacional de Madrid)
 
LOS AMORES DE CLAUDIO
 
Cuando era un joven imberbe,
aunque no apuesto,
quisieron casarme en palacio
por razones de Estado
con Emilia Lépida, biznieta de Octavio,
y la boda fue suspendida
porque a su madre, por conspirar,
la condujeron al destierro.
 
La segunda mujer de la que me enamoré,
antes del lecho nupcial se me murió,
justo antes del connubio, el mismo día.
 
 

Valeria Mesalina
(Roma, 17 d. C. - 48 d. C.)
La tercera esposa de Claudio y la adúltera por antonomasia
(Busto de mármol en la Galería Uffizi de Florencia)
 
Luego fueron a comprometerme
con una espía de Livia,
horripilante y enorme,
Plaucia Urgulanila.
 
Compruebo que he sido objeto
de burlas y desprecios toda mi vida
por ser cojitranco, tembloroso,
tartamudo y contrahecho.
 
Finalmente, creí hallar el placer
en la bella Mesalina,
pero no sólo se depravó,
sino que ambicionó
el puesto del emperador
para su amante, Gayo Silio.
 
Agripina es mi última esposa
y su mirada instila veneno.
 
(Poema escrito por Andrés González Déniz)
 
 
Claudio ordenó crear dos acueductos, el Aqua Claudia y el Anio Novus, además de reformar un tercero, el Aqua Virgo, para solucionar las necesidades de agua en Roma. También fue el artífice del nuevo puerto de Ostia para abastecer de trigo a sus habitantes y redujo los impuestos en las zonas del imperio donde se padecían hambrunas

viernes, 27 de marzo de 2020

Diversos pueblos, distintos hábitos, diferentes leyes

 
Heródoto
(Halicarnaso, Anatolia, 484 a. C. - Turios, Macedonia, 425 a. C.)
Historiador y geógrafo
 
HERÓDOTO OBSERVA

Es costumbre entre los trausos al sur del Istro
alrededor de un niño recién nacido

el romper en llantos por los pesares que sufrirá
como una ristra de obstáculos
a lo largo de su vida.
 
Al contrario, en los fallecimientos,
con cantos cubren de tierra los cadáveres,
llenos de contento
por la liberación de dolores
y toda clase de trabajos
para el que muere.
Así despreciaban morir los espartanos,
porque peor era vivir
bajo una disciplina de hierro.
 
 
Mapa del mundo conocido en la época de Heródoto
(450 a. C.)
 
Por su parte, los tracios
que viven al norte de los crestoneos
cuentan con varias mujeres,
y cuando uno de ellos perece,
deciden cuál era la predilecta.
 
La que logra el trofeo de ser la favorita
se ve colmada de elogios y preces,
pero la degollan para inhumarla
con el marido muerto,
considerándose un oprobio
las que con vida permanecen.
 
(Poema escrito por Andrés González Déniz)
 
 
Joyas tracias de oro recopiladas el año 2015 en el Museo del Louvre

miércoles, 25 de marzo de 2020

Quien dio a Egipto su máxima extensión territorial

 
Estatua de basalto de Tutmosis III en el Museo de Luxor
 
TUTMOSIS III
(Siglo XV a. C.)
 
Inicié mi reinado con la conquista de Megido
pues antes, siendo un niño, mi tía Hatshepsut era
corregente conmigo: faraones de las Dos Tierras.
Sospecho que envenenó a mi padre y colijo

que no debe quedar estatua suya ni jeroglífico.
El templo de Karnak acogerá la gloriosa era
que inicio haciendo cuenta de mis batallas. Llega
mi poder al Éufrates y a todos mis enemigos


 

Bajorrelieve en el séptimo pilono del templo de Karnak donde se muestra a Tutmosis III golpeando a los cananeos en la batalla de Megido

hice morder el polvo. Vencí en diecisiete guerras
y traje la paz a Egipto. La cantidad de impuestos
que se tributan al tesoro han hecho de mi época

la más próspera conocida. Fui príncipe heredero
educado para encarnar a Horus. Expandí fronteras
de Nubia a Chipre, y a los suplicantes fui atento.
 
 (Poema escrito por Andrés González Déniz)
 
 
Tutmosis III
(Faraón desde 1479 hasta 1425 a. C.)
(Museo de Historia del Arte en Viena)

martes, 24 de marzo de 2020

De cómo el tiempo nos demuele reblandeciéndonos

 
PINK FLOYD
De izquierda a derecha: Nick Mason (batería), David Gilmour (guitarra), Richard Wright (teclados) y Roger Waters (bajista y compositor)
 
COMFORTABLY NUMB
 
Hello? Hello? Hello?
Is there anybody in there?
Just nod if you can hear me.
Is there anyone at home?
 
Come on, come on now!
I hear you're feeling down.
Well, I can ease your pain.
Get you on your feet again.
 
Relax, relax, relax.
I'll need some information first,
just the basic facts.
Can you show me where it hurts?
 
There is no pain you are receding.
A distant ship smoke on the horizon.
You are only coming through in waves,
your lips move, but I can't hear
what you're saying.
 
When I was a child I had a fever.
My hands felt just like two balloons.
Now I've got that feeling once again,
I can't explain, you would not understand,
this is not how I am.
I have become comfortably numb.
 
 
Los dos magníficos solos de guitarra y la voz
quejumbrosa del estribillo son de David Gilmour
 
Okay, okay, okay.
Just a little pinprick,
there'll be no more, ah!
But you may feel a little sick.


Can you stand up? Stand up? Stand up?
I do believe it's working good,
but I keep you going for the show.
Come on, it's time to go.

There is no pain you are receding.
A distant ship smoke come on the horizon.
You are only coming through in waves,
your lips move, but I can't hear
what you're saying.


When I was a child
I caught a fleeting glimpse
out of the corner of my eye.
I turned to look, but it was gone.
I cannot put my finger on it now.
The child is grown.
The dream is gone.
I have become comfortably numb.

(Canción compuesta por David Gilmour y Roger Waters e interpretada por ellos mismos dentro del grupo Pink Floyd en el álbum “The Wall” publicado en 1979)
 
 
Este disco crea una atmósfera desoladora
 
CONFORTABLEMENTE
ADORMECIDO
 
¿Hola? ¿Hay alguien ahí?
Di algo si puedes escucharme.
¿Hay alguien en casa?
 
¡Vamos, vamos ahora!
Oí decir que te encuentras mal
y quizás pueda aliviar tu dolor.
Levántate de nuevo.

Tómatelo con calma.
Necesitaré primero información,
aunque sólo sea de los hechos básicos.
¿Puedes mostrarme dónde te duele?

No hay dolor, pero te estás desvaneciendo.
Un barco distante humea en el horizonte.
Tú recobras la conciencia en oleadas.
Tus labios se mueven,
pero no puedo escuchar
lo que estás diciendo.
 
 
La letra de la canción está basada en una experiencia de Roger Waters cuando en una ocasión, en Filadelfia, no podía tocar por sentirse enfermo con fuertes dolores abdominales y tuvo que salir al escenario dopándose con relajantes musculares
 
Cuando era niño tenía ilusiones.
Sentía mis manos como si volaran.
Ahora tengo esa sensación otra vez.
No te la puedo explicar, no lo entenderías,
porque así no es como soy ya,
me he vuelto confortablemente entumecido.

Vale.
Ha sido una pequeña indirecta.
No habrá más.
Puede hacerte sentir un poco enferma.
¿Puedes ponerte en pie? ¿Levantarte?
Creo que está funcionando bien,
así que te llevaré al concierto.
Vamos, es hora de irnos.


No hay dolor, pero te estás desvaneciendo.
Un barco distante humea en el horizonte.
Tú recobras la conciencia en oleadas.
Tus labios se mueven,
pero no puedo escuchar
lo que estás diciendo.


Cuando yo era todavía un crío
capté una mirada fugaz
por el rabillo del ojo.
Me giré para mirar, pero ya no estaba
y no puedo indicártela ahora.
El niño se ha hecho adulto.
El sueño se desvaneció
y me he vuelto cómodamente insulso.

(Traducción de Andrés González Déniz)




Bob Geldof interpretó el papel principal de estrella famosa en la película que se hizo de esta ópera rock cuya música posee un lirismo apocalíptico

lunes, 23 de marzo de 2020

De quien escuchaba con sus ojos a los muertos

 
Francisco de Quevedo y Villegas
(Madrid, 1580 - Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, 1645)
Retrato al óleo atribuido al pintor
Juan van der Hamen
(Madrid, 1596 - 1631)
(Instituto Valencia de Don Juan en Madrid)
 
LA MAYOR PARTE DE LA VIDA ES MUERTE Y NO SE SIENTE, PERO LA MENOR, QUE ES EL ÚLTIMO SUSPIRO, ES LA QUE DA PENA

Señor Don Manuel, hoy cuento yo cincuenta y dos años, y en ellos cuento otros tantos entierros míos. Mi infancia murió irrevocablemente. Murió mi niñez, murió mi juventud, murió mi mocedad, ya también falleció mi edad varonil. Pues, ¿cómo llamo vida a una vejez que es sepulcro, donde yo mismo soy entierro de cinco difuntos que he vivido? ¿Por qué, pues, desearé vivir sepultura de mi propia muerte y no desearé acabar de ser entierro de mi misma vida? Hanme desamparado las fuerzas, confiésanlo, vacilando, los pies, y temblando las manos; huyóse el color del cabello y vistióse de ceniza la barba; los ojos, inhábiles para recibir la luz, miran noche; saqueada de los años está la boca, ni puede disponer el alimento ni gobernar la voz; las venas para calentarse necesitan de la fiebre, las arrugas han desamoldado las facciones, y el pellejo se ve disforme con el dibujo de la calavera que por él se trasluce. Ninguna cosa me da más horror que el espejo en el que me miro.
 
(Carta a don Manuel Serrano del Castillo, 16 de agosto de 1635)
 
PRONUNCIA CON SUS NOMBRES LOS TRASTOS Y MISERIAS DE LA VIDA

La vida empieza en lágrimas y caca,
luego viene la mu, con mama y coco,
síguense las viruelas, baba y moco,
y luego llega el trompo y la matraca. 

En creciendo, la amiga y la sonsaca,
con ella embiste el apetito loco,
en subiendo a mancebo, todo es poco,
y después la intención peca en bellaca. 


Llega a ser hombre, y todo lo trabuca.
Soltero sigue a toda perendeca,
casado se convierte en mala cuca.
 
Viejo encanece, arrúgase y se seca.
Llega la muerte, todo lo bazuca,
y lo que deja paga, y lo que peca.
 
SALMO XXVI DEL HERÁCLITO CRISTIANO
 
Después de tantos ratos mal gastados,
tantas obscuras noches mal dormidas;
después de tantas quejas repetidas,
tantos suspiros tristes derramados;
 
después de tantos gustos mal logrados
y tantas justas penas merecidas;
después de tantas lágrimas perdidas
y tantos pasos sin concierto dados,
 
sólo se queda entre las manos mías
de un engaño tan vil conocimiento,
acompañado de esperanzas frías.
 
Y vengo a conocer que en el contento
del mundo compra el alma en tales días
con gran trabajo su arrepentimiento.
 
 
Convento de San Marcos en León, donde estuvo prisionero Quevedo desde 1639 hasta 1643 acusado de satirizar al Conde Duque de Olivares y espiar en favor de Francia  

MUESTRA EL ERROR DE LO QUE SE DESEA Y EL ACIERTO EN NO ALCANZAR FELICIDADES
 
Si me hubieran los miedos sucedido
como me sucedieron los deseos,
los que son llantos hoy fueran trofeos.
¡Mirad el ciego error en que he vivido!
 
Con mis aumentos propios me he perdido,
las ganancias me fueron devaneos;
consulté a la Fortuna mis empleos
y en ellos adquirí pena y gemido.
 
Perdí, con el desprecio y la pobreza,
la paz y el ocio; el sueño, amedrentado,
se fue en esclavitud de la riqueza.
 
Quedé en poder del oro y del cuidado
sin ver cuán liberal Naturaleza
da lo que basta al seso no turbado.
 
CUÁN NADA PARECE LO QUE SE VIVIÓ
 
"¡Ah de la vida!"... ¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido,
las Horas mi locura las esconde.
 
¡Que sin poder saber cómo ni a dónde
la salud y la edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no me ronde.
 
Ayer se fue, mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto;
soy un fue y un será y un es cansado.
 
En el hoy y mañana y ayer junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto.
 
SIGNIFÍCASE LA BREVEDAD DE LA VIDA
 
¡Fue sueño ayer, mañana será tierra!
¡Poco antes, nada; y poco después, humo!
¡Y destino ambiciones y presumo
apenas punto al cerco que me cierra!
 
Breve combate de importuna guerra,
si defensa soy peligro sumo,
y mientras con mis armas me consumo,
menos me hospeda el cuerpo, que me entierra.

Ya no es ayer; mañana no ha llegado;
  hoy pasa, y es, y fue, con movimiento
que a la muerte me lleva despeñado.
 
Azadas son la hora y el momento
que, a jornal de mi pena y mi cuidado,
cavan en mi vivir mi monumento.
 
 
Celda del convento dominico de Villanueva de los Infantes donde falleció Quevedo el 8 de septiembre de 1645 sin cumplir los 65 años
 
PREVENCIÓN PARA LA VIDA Y LA MUERTE

Si no temo perder lo que poseo,
ni deseo tener lo que no gozo,
poco de la Fortuna en mí el destrozo
valdrá, cuando me elija actor o reo.
 
Ya su familia reformó el deseo,
no palidez al susto ni risa al gozo
le debe de mi edad el postrer trozo
ni anhelar a la Parca un rodeo.
 
Sólo ya el no querer es lo que quiero,
prendas del alma son las prendas mías,
cobre el puesto la muerte, y el dinero.
 
A las promesas miro como a espías,
morir al paso de la edad espero:
pues me trajeron, llévenme los días.
 
ARREPENTIMIENTO Y LÁGRIMAS
DEBIDAS AL ENGAÑO DE LA VIDA
 
Huye sin percibirse, lento, el día,
y la hora secreta y recatada
con silencio se acerca, y despreciada,
lleva tras de sí la edad lozana mía.
 
La vida nueva, que en niñez ardía,
la juventud robusta y engañada,
en el postrer invierno sepultada,
yace entre negra sombra y nieve fría.
 
No sentí resbalar, mudos, los años;
hoy los lloro pasados, y los veo
riendo de mis lágrimas y daños.
 
Mi penitencia deba a mi deseo,
pues me deben la vida mis engaños
y espero el mal que paso, y no lo creo.
 
CONOCE LA DILIGENCIA CON QUE SE ACERCA LA MUERTE Y PROCURA CONOCER TAMBIÉN LA CONVENIENCIA DE SU VENIDA
 
Ya formidable y espantoso suena
dentro del corazón el postrer día,
y la última hora, negra y fría
se acerca, de temor y sombras llena.
 
Si agradable descanso, paz serena
la muerte en traje de dolor envía,
señas da su desdén de cortesía:
más tiene de caricia que de pena.
 
¿Qué pretende el temor desacordado
de la que a rescatar piadosa viene
espíritu en miserias anudado?
 
Llegue rogada, pues mi bien previene;
hálleme agradecido, no asustado;
mi vida acabe, y mi vivir ordene.
 
(Poemas escritos por don Francisco de Quevedo y Villegas)
 
 
Glorieta de Quevedo en Madrid
(1902)
Obra del escultor
Agustí Querol Subirats
(Tortosa, 1860 - Madrid, 1909)