domingo, 25 de diciembre de 2022

Hacía que los toros fueran autómatas de su voluntad


Diego Prieto Barrera
(Coria del Río, 1856 – México, 1918)
Torero de la escuela sevillana

“CUATRODEDOS”

El apodo le vino por haber sufrido de niño
la amputación del dedo anular de una mano.
Sus padres, que eran labradores, quisieron emplearlo
como tahonero, pero él escogió el peligro


Como en España procuraban cerrarle las puertas, tuvo que 
marcharse
a México para demostrar su valor, buen estilo y don de gentes

de arriesgarse la vida delante de los astados.
Empezó de banderillero con Emilio Campillo,
“El Herraíto”, causando al público entendido
de Madrid una magnífica impresión debutando.


Cuadrilla de Diego Prieto Barrera, "Cuatrodedos", en 1887. De izquierda a derecha: Zocato, "Saleri", "Morenito", el propio "Cuatrodedos", "Bienvenida" y "Blanquito"

Se pasó a la cuadrilla de Vicente “Villaverde”
y luego a la de Antonio Carmona, “El Gordito”,
ejerciendo siempre su tarea con los rehiletes.


Al banderillear, era famoso por su pareo al quiebro

Le da la alternativa Francisco Arjona “Currito”
en Sevilla, pero niega confirmarla por haberle
tenido ya alternando con toros de gran trapío.

(Poema escrito por Andrés González Déniz)


A pesar de la fortuna que amasó toreando en América,
al final murió casi completamente sumido en la pobreza

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