jueves, 15 de abril de 2021

De un monarca absolutista, sifilítico y atrabiliario


Enrique VIII
(Palacio de Placentia en Londres, 1491 - Palacio de Whitehall en Londres, 1547)
Rey de Inglaterra, Duque de York y Señor de Irlanda por la casa de Tudor
(1540)
Hans Holbein el Joven
(Augsburgo, 1497 - Londres, 1543)
Pintor renacentista
(Galería nacional de Arte Antiguo en el Palacio Corsini de Roma)

ENRIQUE VIII EL SANGUINARIO

Tras ser el rey, ordené ejecutar
a dos de los ministros
de mi padre Enrique Tudor:
Edmund Dudley y Richard Empson
por su devoradora rapacidad
recaudando impuestos,
ganándome así el fervor popular.

Deseé un hijo varón
que me heredara el reino,
y como ningún niño
diera Catalina de Aragón,
rompí con Clemente VII
y fundé mi propia Iglesia.


Catalina de Aragón y Castilla
(Alcalá de Henares, 1485 - Castillo de Kimbolton, Cambridgeshire, 1536)
Reina consorte de Inglaterra desde 1509 hasta 1533
(1514)
Michael Sittow
(Reval, hoy Tallin, Estonia, 1469 - 1525)
Pintor de la corte de la reina católica Isabel de Castilla
(Museo de Historia del Arte en Viena)

Thomas Wolsey pagó el precio
de no obtener el divorcio con su vida,
y el desafío de Sir Thomas More,
al no renunciar al Papa,
le costó la cabeza.

Ana Bolena tampoco parió heredero:
la tuve que matar por bruja,
luterana e incestuosa.

La mojigata Jane Seymour
fue la mujer que lo consiguió
para morir tras el parto.
Ana de Cleves era un feto espantoso;
y la Howard, una adúltera ojerosa.

(Poema escrito por Andrés González Déniz)


"La familia de Enrique VIII, una alegoría de la sucesión de los Tudor"
(1572)
Lucas de Heere
(Gante, 1534 - París, 1584)
Pintor, poeta y escritor flamenco
(Museo Nacional de Cardiff en el país de Gales)

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