“El arte de prometer es la economía del orgullo de un
poderoso”
AMELIA BOOTH
“La vida, así como cualquier otra cosa,
puede ser mirada
como un arte”
“Ninguna institución humana
es susceptible de una entera
perfección”
“Todo hombre debe considerarse como un imán
que atrae todas
las cosas a su centro”
“El vestido es lo que menos distingue a un hombre honrado”
“Lo hecho está hecho y lo que ha de ser no puede evitarse”
“Imaginábase el pobre Booth haberle tocado
más desgracias de
las que merecía”
“No obstante, no creía que los hombres fuesen arrastrados
absolutamente como ciegos por el poder del destino, sino que obraban por la
fuerza de su pasión dominante sin poder hacer otra cosa”
“Acercóseles una muchacha cuya hermosura maravilló a Booth
desde la primera mirada, y dijo al mismo tiempo que la inocencia parecía
pintada en su rostro. Robinson le hizo saber que era una mujer pública, y al pasar junto a Booth le echó mil maldiciones acompañadas de injurias
demasiado indecentes para repetirlas”
”Un pícaro no tiene escrúpulo
en negar toda religión
revelada”
“Una mujer no puede sufrir superior
en nada de lo que
pretende sobresalir”
“En punto a intrigas amorosas todo es una misma cosa: no se
halla quizás en todas ellas una sola frase que no se haya repetido millones de
veces”
“El poder que tiene la envidia sobre las mujeres”
“Tanta ventaja tiene la hermosura en los hombres como en las
mujeres, y tan segura está en cualquier parte que se halle de llevarse los ojos
de todos los espectadores”
“Los hombres, cuyas costumbres se han corrompido una vez,
aunque den algunas señales de enmienda, vuelven casi siempre a las obscuras
sendas del vicio”
“Nada es tan repentino como las transiciones en los sueños”
“No hay ninguna persona generosa
que al mismo tiempo no sea pobre”
“La Providencia hace justicia
tarde o temprano a todos los
hombres”
“Tenía buena opinión de él
porque gastaba su dinero con
bizarría”
“Con sus bellos principios de valentía y dignidad, no se
pondría nada más remiso para degollar a un hombre, por el mero puntillo del
honor, que un carnicero para degollar a un carnero”
“¿Qué cosa es la opinión del mundo opuesta a la religión y la virtud? Es la opinión de los vagabundos, de los ignorantes, de los
libertinos”
Ruinas de la abadía de Glastonbury, cerca de donde nació el escritor
“Las precauciones que se dan contra el pecado
jamás pueden
dejar de ser saludables”
“Muchos infelices alimentan su imaginación con la esperanza
de una suerte durante toda su vida y jamás ven salir para ellos un billete que
no esté en blanco”
“¿Por qué he dado a luz estas infelices criaturas? ¿Por qué
han nacido estos inocentes con suerte tan amarga? ¡Queridos hijos míos! ¡Perdonad,
criaturas mías: perdonad haberos echado a un mundo tal como éste!”
“Cualquiera que conoce la naturaleza humana sabe que, cuanto
más viven las gentes, más amontonan vicios y maldades”
“Los subalternos que adoptan siempre el mismo tono que sus amos y quieren
ser tratados con el mismo respeto, aquellos a los que les cuesta trabajo someterse a
las personas de mérito que valen más que ellos por todos los caminos, esta
especie de gentes mira siempre los talentos con ojos envidiosos”
“Lo mucho de una cosa no es bueno para nada”
[Fragmentos extraídos de Fielding, Henry: Amelia Booth,
Barcelona, Seix Barral, 1969, 1ª edición, encuadernación rústica, pp. 534]
Henry Fielding
(Sharpham
Park, Somerset, Inglaterra, 1707 – 1754, Lisboa, Portugal)
Novelista y
dramaturgo
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