domingo, 31 de enero de 2016

Nadie tiene derecho a perpetrar un asesinato

 
Aunque lo contradiga Maquiavelo, el fin no justifica los medios
 
IRRATIONAL MAN
(2015)
 
Otro buen drama elaborado por la inagotable musa de Woody Allen, quien lo escribe y dirige a sus nada menos que ochenta años de edad. En donde se nota su vejez es en la tranquilidad que transpira la cinta a pesar de tratar un asunto espinoso como el de la justificación moral de un asesinato cuando la víctima es un ser malvado. La película comienza con una relajante melodía de jazz en la que resaltan los teclados y la batería otorgándole un ritmo desenfadado. El contraste con el rostro de preocupación del protagonista que oye la música en su coche mientras conduce y las cosas que está pensando, concretamente la idea kantiana de que “la razón humana está acosada por preguntas que no puede rechazar, pero que tampoco puede responder”, o la de que “los existencialistas sienten que no pasa nada hasta que tocas fondo”, determinan un fuerte contraste.
 
 
Ojalá la vida consistiese básicamente en dar paseos en bici por un parque
 
Nuestro hombre se llama Abe Lucas y es un profesor universitario de Filosofía que acaba de ser contratado por el Braylin College de Nueva Inglaterra. Interpretado por Joaquin Phoenix, se trata quizá del único error en el reparto, puesto que el aspecto del personaje no es el de un intelectual y la imagen física que proyecta es bastante repulsiva, por lo que no es creíble ni como profesor ni como seductor de una alumna. El actor ha tenido que tirar de todo su oficio para sacar el papel adelante, y si acaso lo consigue es cuando se dedica a beber whisky escocés con ese aspecto de seboso esportillero de contenedores al que contribuye la cicatriz que exhibe en un labio.
 
 
Joaquin Phoenix se asemeja más a un costalero de los bajos fondos portuarios que a un catedrático de Filosofía en una cara universidad privada de los Estados Unidos de América
 
Emma Stone interpreta a Jill Pollard, la coprotagonista que será clave por su doble código moral porque, mientras jura amor eterno a su novio, ya se encuentra enamorada de Abe Lucas, así que le miente a sabiendas. La rigidez ética que mostrará al final de la historia se compadece con la del inicio. En todo caso, Emma Stone sí resulta idónea para el rol que representa: es atractiva y tan joven como ilusionada e ingenua. Lo que cuesta creer es que se enamore de un saco de grasa que ni siquiera cuando diserta en clase logra convertir en ameno lo que explica.
 
 
Emma Stone actuó de un modo tan angelical como maravilloso
 
Hay un objeto clave en la película que resulta encantador. Se trata de una linterna que simboliza la buena suerte de Jill Pollard cuando Abe Lucas gana un premio en la tómbola de un parque de atracciones y es precisamente ése el que ella elige porque le gusta su color rojo. Un utensilio tan práctico como poco romántico demostrará ser decisivo al final de la cinta. Este detalle por sí solo confiere un brillo especial al argumento. Se convierte en una especie de amuleto como la estatuilla del halcón maltés o el trineo de la infancia de Charles Foster Kane.
 
 
Parker Posey dio la impresión de ser ella misma Rita Richards, la profesora neurótica y atormentada que quiere romper con su vida gris
 
Uno de los grandes momentos que viviremos en este largometraje de 95 minutos de duración vendrá acompañado de la magia felliniana que nos remite a “La città delle donne” (1980). Sucede cuando Abe y Jill se adentran en la sala de los espejos deformantes cuando están disfrutando de las atracciones de feria. Las bombillas que iluminan los túneles y pasillos nos transportarán al mundo onírico del que el gran Federico Fellini  era un maestro de ceremonias. Woody Allen ya le había rendido homenaje en “Stardust memories” (1980) al surrealista director italiano y vuelve a hacerlo ahora.
 
 
Emma Stone en realidad no está para enamorarse de un docente barrigudo y pasado de rosca, sino para que se enamoren de ella
 
Parker Posey llena de sensualidad a la profesora Rita Richards de una manera espléndida. Gracias a su interpretación, el personaje adquiere todos los matices de morbidezza y mortificación que requería, pues se trata de una mujer hastiada de su matrimonio en busca de una nueva vida con otro hombre en Europa. Para soportar su cotidianidad se evade fumando marihuana. Está tan cansada de su vida sin horizontes que tratará de conquistar al profesor de Filosofía, y aunque logrará ser su amante furtiva, la dureza de la vida real terminará frustrando sus expectativas. El resto del elenco de actores secundarios está tan bien escogido como correcto en sus desempeños particulares. La película acaba dejando el buen sabor de boca que dejan todas las películas de este genio del cine y el teatro que es Woody Allen, un director y escritor que nunca ha hecho un mal trabajo.
 
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
 
 
El rodaje costó 25'7 millones de dólares

sábado, 30 de enero de 2016

Cómo hacer una mala película con un buen guion

 
"El edificio está vacío, pero ella no está sola"
 
THE ABANDONED
(2015)
 
Una película intrascendente de la que su director, Eytan Rockaway, pudo haber hecho mucho más, pero se le disculpa porque al fin y al cabo es su debut. Una joven, Julia Streak, está a punto de perder la custodia de su hija. Se halla ante la última oportunidad que le concede el Ministerio de Justicia para desenvolverse en un empleo y demostrar que es responsable y capaz de mantener económicamente a su retoño.
 
 
Los interiores de la residencia son gélidamente inquietantes
 
El trabajo que consigue es el de vigilante de seguridad en una mansión de lujo que conoció tiempos mejores. Allí se encontrará con un compañero de trabajo llamado Cooper que es minusválido y se dedica desde su silla de ruedas a controlar las videocámaras de seguridad. Rápidamente Julia se dará cuenta de que no va a ser muy colaborador con ella ni muy agradable precisamente.
 
 
Louisa Krause
(Falls Church, Virginia, 1986)
Intenta hacerlo bien, pero no tiene un rostro muy expresivo que digamos
 
Según vayan pasando las horas, nuestra rubia protagonista irá descubriendo en su primer turno de guardia aspectos inquietantes del edificio, especialmente una puerta condenada con un cartel que prohíbe abrirla. Unos golpes tras la pared le empujarán a intentar descubrir qué se oculta tras ella, y lo que encontrará serán los espíritus de una especia de orfanato para niños discapacitados que fueron maltratados por sus cuidadores y desde entonces buscan venganza.
 
 
Los efectos especiales de los niños deformes están bien logrados
 
Como se puede ver, el guion de Ido Fluk es muy interesante. La pena es que tanto Louisa Krause, en el papel de Julia Streak; como Jason Patric, en el rol de Cooper, no están a la altura de lo exigible para provocar el miedo en una película de terror. Ella transmite en varias ocasiones una indiferencia rayana en lo indolente. Posee una expresión facial muy sosa que como actriz explota de modo irregular: tan pronto estalla en lágrimas por la angustia como parece que no le importa mucho lo que sucede.
 
 
Uno de los aspectos desagradables del trabajo de un actor es que a veces tienes que sumergirte en agua helada para rodar unas escenas
 
Jason Patric, por su parte, causa la impresión de ser alguien más bien  maquiavélico que cómplice. Tiene dotes de actor, pero de alguna manera tampoco cuaja una buena actuación porque no traslada el miedo que debería sentir, o la inquietud, al espectador. Parece como si se lo estuviera pasando bien, y lo que es peor, no consigue en varios momentos hacernos olvidar que se trata de alguien que actúa.
 
 
Jason Patric Miller
(Queens, Nueva York, 1966)
Actuó de manera displicente, como si le pareciera poco su salario
 
Todo lo contrario ocurre con Mark Margolis, un veterano actor que encarna a un vagabundo menesteroso, un tal Jim. Interpreta tan bien su papel que su sola presencia infunde miedo. Nada más hacer acto de aparición nos llevamos el primer susto de la película. Su capacidad dramática es la de un clásico al estilo de Boris Karloff.
 
 
Mark Margolis
(Filadelfia, 1939)
Es un actor enorme con una capacidad interpretativa alucinante
 
Bien es verdad que se va diluyendo hacia el final, pero aun así es lo mejor de esta historia y lo prueba el hecho de que cuando termina el film sigues recordando su actuación. La música de Max Aruj es apropiada, convincente y en absoluto criticable. En total, este anodino producto cinematográfico nos ofrece 88 minutos de entretenimiento concebidos para su comercialización en internet previa demanda, la televisión de pago y el vídeo de alquiler.
 
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
 
 
El presupuesto para rodar esta cinta
fue de un millón y medio de dólares

miércoles, 27 de enero de 2016

Acabó aquella época en que todo nos traía rosas

 
Colin Vearncombe
("Black")
(Liverpool, Inglaterra, 1962 - 2016, Cork, Irlanda)
Músico, cantante, instrumentista y compositor
 
WONDERFUL LIFE
 
Here I go out to sea again,
the sunshine fills my hair
and dreams hang in the air.
Gulls in the sky
and in my blue eye,
you know it feels unfair.
 
There's magic everywhere.
Look at me standing
here on my own again
up straight in the sunshine.
 
No need to run and hide.
It's a wonderful, wonderful life.
No need to laugh and cry.
It's a wonderful, wonderful life.
 
 
"El muelle"
Jack Vettriano
(Methil, Fife, Escocia, 1951)
 
The sun's in your eyes,
the heat is in your hair.
They seem to hate you,
because you're there
and I need a friend,
oh!, I need a friend
to make me happy,
not stand here on my own.
 
Look at me standing
here on my own again
up straight in the sunshine.
No need to run and hide.
It's a wonderful, wonderful life.
No need to laugh and cry.
It's a wonderful, wonderful life.
 
I need a friend, oh!, I need a friend
to make me happy, not so alone.
Look at me here,
here on my own again
up straight in the sunshine.
No need to run and hide.
It's a wonderful, wonderful life.
 
(Canción compuesta e interpretada por Colin Vearncombe con el nombre artístico de “Black” en el álbum “Wonderful life” que se editó en 1987)
 
 
La canción fracasó en 1986 publicada por un pequeño sello discográfico, pero con la productora "A&M Records" triunfó justo un año después
 
LA VIDA ES MARAVILLOSA
 
Vuelvo a respirar el aire del mar
y sentir cómo la luz del sol
hace brillar mis cabellos.
Los sueños flotan en la atmósfera
mientras las gaviotas
sobrevuelan el cielo.
 
La mirada se torna azul
y pienso que no lo merezco.
Hay magia por todas partes.
Mírame aquí, contemplándolo.
Ensimismado observo
una puesta de sol a lo lejos.
 
 
"Mujer con sombrilla en la Costa Brava"
Vladimir Volegov
(Khabarovsk, Rusia, 1957)
 
No hay necesidad de apurarse
o de escapar del mundo
porque la vida es maravillosa.
No es necesario reír o llorar
porque la vida es hermosa.
 
El sol deslumbra en tus ojos
y su calor irradia en tu pelo.
Los demás parecen no existir
porque estás aquí en la plenitud
de la naturaleza. Te necesito
y deseo que me hagas feliz.
No me dejes solo, te lo ruego,
recluido en mis pensamientos.
 
(Traducción de Andrés González Déniz)
 
 

BLACK
 (1962 - 2016)
“How wonderful is death,
 death, and his brother sleep!”
Percy Bysshe Shelley
(Field Place, Horsham, Inglaterra, 1792 – 1822, Viareggio, Toscana)

martes, 26 de enero de 2016

Ocho personajes tras un destino de perdición


 
La acción ficticia transcurre en Wyoming
 
THE HATEFUL EIGHT
(LOS OCHO ODIOSOS)
(2015)
 
Éste es un western en el que Quentin Tarantino pasa revisión a las heridas que la opresión contra los negros dejó en el nacimiento de Estados Unidos, especialmente tras la Guerra de Secesión (1861 – 1865) en la que los Estados del Norte dirigidos por Ulysses S. Grant derrotaron a los esclavistas del Sur comandados por Robert Lee. Esta película es un alegato contra el racismo e incluso una revancha truculenta, y por momentos grotesca, de quienes fueron esclavos contra sus dueños.
 
 
Samuel Leroy Jackson
(Washington D.C., 1948)
Interpreta al mayor Marquis Warren que carga con tres cadáveres para cobrar una recompensa en el pueblo de Red Rock por haberlos capturado
 
La primera parte rinde homenaje a “La diligencia” (1939) de John Ford. Si en aquel clásico la mujer discriminada era una prostituta llamada Dallas, esta vez el foco de atención será la fugitiva y asesina Daisy Domergue, a quien un tal John Ruth lleva a la horca para cobrar una recompensa de 10.000 dólares. La segunda parte es plenamente un drama con ribetes trágicos que hacen referencia al almacén de “Reservoir dogs” (1992), la ópera prima del director, sólo que ahora el número de personajes es mayor y más compleja la trama.
 
 
Jennifer Jason Leigh
(Hollywood, California, 1962)
Hace un papel imborrable, el de la delincuente y condenada Daisy Domergue, que pasará con honor a la historia del séptimo arte
 
En efecto, Tarantino ha madurado y ya no sólo se nutre de películas alquiladas en un videoclub. Ahora parece que ha leído algún libro y visto algo de teatro. En cualquier caso, lo que le salva siempre es el gran amor que demuestra por el cine en sus trabajos. Aquí, por ejemplo, hace una reverencia al cine mudo dividiendo la película en seis capítulos con títulos en letras blancas sobre fondo oscuro: Última etapa hacia red Rock, Hijo de una pistola, La posada de Minnie, Domergue tiene un secreto, Los cuatro pasajeros y Hombre negro, infierno blanco.
 
 
Kurt Vogel Russell
(Springfield, Massachusetts, 1951)
Da la réplica a Jennifer Jason Leigh sabiendo estar a la altura de lo que requería su personaje como rudo cazarrecompensas norteamericano
 
Los paisajes invernales con montañas cubiertas de nieve rodados en Telluride, Colorado, son maravillosos. La música compuesta por Ennio Morricone demuestra la vocación de trascendencia en quienes produjeron la película. La interpretación de Jennifer Jason Leigh justifica el estatus de clasicismo que se le conferirá con el tiempo a este largometraje. Rara vez se ha visto a un personaje tan realista, sórdido, impío y maldito como el que la actriz protagoniza. Su rostro ensangrentado evoca al de "Carrie" (1976), la adolescente de la película dirigida por Brian de Palma a partir de la novela homónima de Stephen King.
 

Samuel Leroy Jackson y Walton Sanders Goggins (Birmingham, Alabama, 1971) hacen dos papeles tan magníficos como irreprochables
 
Samuel Leroy Jackson asume el papel principal como exsoldado de la Unión, el capitán o mayor Marquis Warren, sobre el que se vertebra todo el argumento, y lo resuelve tan bien como si lo hubiera hecho para un “spaghetti western” de Sergio Leone. Kurt Vogel Russell es siempre una garantía de cumplimiento interpretativo y Walton Sanders Goggins encarna a un hipotético sheriff, Chris Mannix, convirtiéndolo en una figura cautivadora. Desde luego, el encanto que le confiere es asombroso.
 
 
Bruce MacLeish Dern
(Chicago, Illinois, 1936)
Borda el papel de general sudista nostálgico de un orden elitista perdido en el que los hombres de raza negra eran sirvientes de los blancos
 
Del resto del reparto destacan Bruce MacLeish Dern en el rol de un militar confederado, el General Sanford “Sandy” Smithers; Simon Timothy Roth dando vida a Oswaldo Mobray con rara sorna; Demián Bichir haciendo de Bob, un mejicano que habla español con un acento muy áspero; y Michael Madsen en la piel de Joe Gage, un callado y misterioso vaquero.
 
 
Simon Timothy Roth
(Londres, 1961)
Le da un toque de flema, ironía y estoicismo "british" a la película
 
Como pequeño error, observaría que resulta un tanto incomprensible que Channing Tatum, quien encarna a Jody Domingray, un hermano de la convicta Daisy Domergue, aparezca fresco y reluciente desde la trampilla de un sótano donde se supone que llevaba oculto un cierto tiempo. Imagino que en el salvaje Oeste la gente mostraba un aspecto más descuidado, especialmente en lo más crudo del invierno.
 
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
 
 
Cadena montañosa de San Juan en el pueblo de Telluride perteneciente al estado de Colorado donde se rodaron las escenas exteriores del filme

lunes, 25 de enero de 2016

El poeta al que condenó la envidia de Nerón

  
 
 Marco Anneo Lucano
(Marcus Annaeus Lucanus)
(Córdoba, 39 d. C. - Roma, 65 d. C.)
Poeta, retórico e historiador 
 
LA MUERTE DE LUCANO
 
A sufrir el suplicio que eligiera,
después de estoico y detenido examen,
marcha el bardo que en público certamen
al regio numen de Nerón venciera.
 
Tranquilo el beso de la muerte espera
sin que sus ojos su dolor proclamen
ni una indiscreta lágrima derramen
sobre el agua que cubre la bañera.



"Estudio para la muerte de Lucano"
José Santiago Garnelo y Alda
(Enguera, Valencia, 1866 - Montilla, Córdoba, 1944)
 
Despreciando la envidia del tirano
e insensible a su misma desventura
hiere sus venas con su propia mano.
 
Correr su sangre indiferente mira,
brillante copa de Falerno apura
y recitando su Farsalia expira.
 
(Poema escrito por Francisco Villaespesa)
 
 
 
 Francisco Villaespesa Martín
(Laujar de Andarax, Almería, 1877 - Madrid, 1936)
Poeta, dramaturgo y narrador modernista

domingo, 24 de enero de 2016

Nunca hay que claudicar, pase lo que pase

 
Una obra de arte incuestionable
 
THE REVENANT
(EL RENACIDO)
(2015)
 
Un western atípico que muestra con un realismo inusitado cómo pudo ser la relación entre los indios Arikaras y Pawnees con los buscavidas y tramperos blancos allá por 1823. Basada en la vida de un explorador y cazador de pieles, Alejandro Iñárritu y Mark L. Smith hicieron el guion tomando como base la novela que Michael Punke escribió sobre este personaje llamado Hugh Glass (Pennsylvania, 1783 – Dakota del Norte, 1833).
 
 
Hugh Glass con su hijo mestizo Hawk ("Halcón")
 
La película es un portento cinematográfico desde cualquier punto de vista, tal es así que sitúa a su director como uno de los grandes de la historia tras haber filmado otras maravillas del séptimo arte como “21 gramos” (2003) sobre la corrupción policial y el narcotráfico; o “Birdman” (2014), que trata del insoportable sinsentido que deja tras de sí la popularidad cuando se ha esfumado.
 
 
Intentando salvar la vida de un compañero de fatigas
 
Es una historia de venganza, pero el tema que más resalta es el de la dureza de la vida ante la cual nunca hay que doblegarse. Uno de los momentos culminantes de la película sucede cuando el protagonista, interpretado por un impagable Leonardo DiCaprio, trata de aproximarse más muerto que vivo al hijo que le han asesinado y, como no puede hacer nada por él, ni siquiera llevarle flores, le coloca un poco de musgo en la boca y recuesta la cabeza sobre su cuerpo prometiéndole que cuidará de él y que no va a abandonarlo.
 
 
Es imposible reflejar mejor el padecimiento tal como lo hizo DiCaprio
 
Los paisajes rodados casi todos en la canadiense Columbia Británica son espectaculares, si bien el río Olivia que aparece al principio pertenece a la localidad de Ushuaia, capital argentina de la Tierra del Fuego. El film es una lección de cómo debe desarrollarse un relato de manera que nunca pierda interés, dosificando la acción de un modo tan sabio como una odisea homérica. DiCaprio merece un óscar a todas luces por la increíble veracidad con que dramatizó el sufrimiento que puede llegar a padecer y resistir un ser humano.
 
 
John Fitzgerald (Tom Hardy) simboliza la mezquindad humana de un modo realista. Es el tipo de hombre con el que sueles encontrarte en la vida real, por desgracia, y eso que procura ocultar su calaña
 
Pueden matarte la esposa, asesinar a tu hijo, hacerte daño hasta dejarte inválido, o incluso enterrarte vivo y desahuciarte por completo. Todas estos desastres le suceden a Hugh Glass y hubieran conseguido que se rindiese la mayoría de nosotros. Por eso, la gran lección de la película es que nunca hay que darse por vencido y entender que cada día conlleva la incertidumbre de nuevas amenazas, o que tras cada paisaje de belleza sobrecogedora se esconde acechante el peligro, y no por eso debemos bajar los brazos. 
 
El capitán Andrew Henry (Domnhall Gleeson) demuestra
que no todos los hombres son unos tarados rufianes
 
Tom Hardy hace el papel de John Fitzgerald, el antagonista malvado que merece otro óscar porque no parece un actor, sino la encarnación de la tozudez y la maldad, un rudo asesino al que una vez arrancaron parte de su cabellera los indios. Will Poulter encarna a un explorador histórico, James Bridger (Richmond, Virginia, 1804 – Kansas City, Missouri, 1881), y lo hace transfiriéndole las dosis de ingenuidad juvenil que requería. Domhnall Gleeson da vida de manera insuperable y llena de humanidad bondadosa al militar y comerciante de pieles histórico Andrew Henry (Pennsylvania, 1775 – 1832) con un talante moral de tanta honradez que terminará pagándolo con su vida.
 
 
Jim Bridger (Will Poulter) es el crédulo joven que cuando es demasiado tarde sospecha y se da cuenta de que lo han engañado
 
La música de Ryūichi Sakamoto se compagina con la narración visual de manera mimética y llamativa, especialmente en la percusión. La fotografía de Emmanuel Lubetzki es prodigiosamente adecuada, confiriéndole tintes sombríos y luminosos según lo requiera la trama. El momento en que la barcaza se desplaza por el río parece un homenaje al “Apocalipsis Now” de Coppola, con similares tonos de sombras. En definitiva, ésta es una obra de arte para salir de la sala de proyección deleitados como espectadores y reforzados como personas en nuestra determinación por sobrevivir frente a un mundo inhóspito.
 
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
 
 
Hawk (Forrest Goodluck), Hugh Glass (Leonardo DiCaprio) y John Fitzgerald (Tom Hardy) intentando salvar el pellejo ante un ataque en las tierras salvajes de los indios Arikaras norteamericanos