lunes, 18 de enero de 2016

Una diatriba contra el amor, la guerra y la política

 
La dirección corrió a cargo de Leo McCarey
 
SOPA DE GANSO
("ALGO FÁCIL DE HACER")
(1933)
 
Comedia hilarante que fracasó en su estreno ante la crítica y el público, y sin embargo hoy aparece en todas las listas de clásicos que deberían ser vistos. Groucho Marx encarna a Rufus T. Firefly, un político que asciende a presidente de Freedonia, un pequeño país en bancarrota. En todo momento demostrará ser un sablista sin escrúpulos: pretende la mano de la señora Teasdale, multimillonaria que con sus donativos podría salvar la situación económica de Freedonia y la suya propia. También quiere aumentar los impuestos para financiar la corrupción de los gobernantes. En su camino de ascensión se encontrará con la competencia del embajador de Silvania, el conde Trentino, quien le disputará la mano de la viuda rica e intentará desestabilizar su mandato presidencial utilizando espías y declarándole la guerra.
 
 
Mr. Rufus T. Firefly y Mrs. Teasdale haciendo buenas migas
 
La película tiene dos vertientes, una para el público infantil consistente en los gags del mudo Pinky que interpreta Harpo, y otra de humor intelectual en los chistes que pronuncia Rufus. Ambas pueden disfrutarse desde la perspectiva adulta; en cambio, no todas las piruetas verbales son factibles de ser captadas por un niño. Las escenas en que, vestido de pijama, Rufus trata de comprobar si quien está al otro lado del espejo es él mismo y no Pinky o Chicolini imitando sus gestos, han pasado a la retina de todos los cinéfilos.
 
 
El señor Rufus T. Firefly bailando en su apoteosis dedocrática
 
Los diálogos son buenos, a lo que contribuyó la aportación del guionista S. J. Perelman y el sentido cómico de Groucho con sus cáusticas observaciones, a pesar de lo cual el productor de la Metro Goldwyn Mayer, Irving G. Thalberg, que acabaría contratando a los hermanos Marx después de este trabajo, dijo que el motivo del fiasco en la taquilla había sido la carencia de una historia en la que poder apoyar el desarrollo narrativo. Para Thalberg la película era una mera acumulación de chistes y pensaba que debería haber una historia de amor y personajes con los que identificarse, por ejemplo, dos enamorados que atraviesan dificultades y, contra todos los pronósticos y obstáculos, al final logran unirse.
 
 
Cuando Groucho Marx abre la boca es para troncharse de risa
 
Louis Calhern hace un papel soberbio de actor teatral como embajador de Silvania. Margaret Dumond se convierte en el paradigma de la viuda acaudalada haciendo de Mrs. Teasdale. Pero en definitiva viene a ser Groucho Marx el verdadero sostén de la película haciéndonos reír y pensar con sus agudezas, consiguiendo que nos desternillemos con su forma de caminar o bailar, y sobre todo, cantando con la boca abierta el solemne himno de Freedonia de manera tal que lo ridiculiza.
 
 
La inolvidable escena del espejo tiene un antecedente en la película de 1921 "Siete años de mala suerte" interpretada por el cómico francés del cine mudo Max Linder, cuyo verdadero nombre era Maximilien Gabriel Leuvielle (Saint-Loubés, Gironde, 1883 - París, 1925)
 
La sátira de este fil de 68 minutos alcanza también al afán belicista. Valgan como botones de muestra estos ejemplos: “¿Por qué deberíamos tener un ejército de a pie? Pues porque nos ahorraríamos un montón de dinero en sillas”. "No permitiré injusticias, ni juego sucio, pero si se pilla a alguien practicando la corrupción sin que yo reciba una comisión, lo pondremos contra la pared. Y daremos la orden de disparar".  "¡Cavar trincheras! ¡Con nuestros hombres cayendo como moscas! No tenemos tiempo para cavar trincheras. Las tendremos que comprar prefabricadas". “Ya me cansé de mensajes del frente. ¿Es que no pueden llegar de los lados?”
 
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
 
 
Groucho Marx
(Julius Henry Marx)
(Nueva York, 1890 - Los Ángeles, 1977)
Actor, humorista, escritor y genio de una inteligencia asombrosa

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