Todo un éxito taquillero: costó veinte millones de dólares
y logró recaudar trescientos treinta y dos millones
EXPEDIENTE WARREN
(THE CONJURING / EL CONJURO)
(2013)
James Wan ha sabido dirigir una
película de terror ateniéndose a los cánones del género. Magnífica la gradación
de los sustos, lástima que la obligación de intensificarlos en un paroxismo
final desmereciera el conjunto. Es precisamente el desenlace lo más débil y
casi irrisorio de este trabajo, con demasiadas deudas contraídas con las
levitaciones de los largometrajes sobre exorcismos.
Vera Ann Farmiga
(Clifton, New Jersey, 1973)
Sin lugar a dudas, una mujer nacida para el arte dramático
Basada en hechos reales sucedidos
en Harrisville (condado de Providence, estado de Rhode Island) a la familia formada
por Roger y Carolyn Perron con sus cinco hijas en 1971, la trama gira en torno
a una casa de campo donde habitan espíritus diabólicos. Los recursos al juego
del escondite con sus tres aplausos preceptivos, la cajita de música que
refleja fantasmas, las puertas que se abren, los golpes nocturnos que se oyen,
o el descubrimiento de un pasadizo secreto que conduce a un sótano, están
sabiamente dosificados.
Patrick Joseph Wilson
(Norfolk, Virginia, 1973)
Su aspecto de metrosexual incólume ante cualquier situación de amenaza que no ponga en tela de juicio su narcisismo no le ayuda a cambiar de registro dramático en los gestos de mímica facial
El miedo que segrega la historia
es climático. La ansiedad generada en los padres se transmite al espectador de
manera tan fehaciente que casi se respira. La introducción paulatina del
demonio en la madre irá marcando la pauta en un crescendo acertado. Los moretones que Satanás irá dejando en su
piel nos darán la pista de lo que está pasando. Recurrir a especialistas en
casos paranormales, con el desesperado propósito de que les ayuden, estimulará
la esperanza de los padres.
La muñeca Annabelle tiene una participación accesoria en la trama
Joseph Bisara compuso la música para
este film como si de un clásico se tratara. El guion de Chad y Carey Hayes es
una excelente adaptación de los sucesos históricos que ocurrieron. En el
reparto de actores llama poderosamente la atención Vera Farmiga en el papel de
vidente con poderes extrasensoriales. La dulzura de su rostro sabe combinarla
con expresiones de amargura inquietante. Patrick Wilson, que interpreta a Ed Warren,
su marido demonólogo, está magnífico mostrando tranquilidad y aplomo durante
casi toda la cinta. No obstante, cuando en el clímax de los fenómenos
paranormales tenga que mostrarse nervioso, fallará al seguir casi con la misma
frialdad que antes. De las hijas destaca Kyla Deaver en su papel de April
Perron. A pesar de ser una niña, realmente asusta ver cómo maneja la cajita de
música e inocentemente afirma haber visto un espectro.
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
El metraje abarca 112 minutos de tensión bien administrada
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