La palabra proveniente de “mola” (que da “molella”),
origina su topónimo con el significado
de “mole de piedra” o alto “cerro de pico plano”.
Aquí se yergue la torre mora de la Pardalea
en el castillo islámico que la enseñorea.
Desde el epipaleolítico grupos humanos
habitaron el lugar recolectando y cazando.
Sabemos de la cerámica de la época íbera
y la superintendencia de Roma desde Lesera.
Por aquí combatió el Cid contra el conde cristiano
de Barcelona y el monarca musulmán de Lérida.
Luchando por ella perdió la vida el noble Blasco
de Alagón; y estuvo oculto tejiendo cestas
Guillermo Belibasta, el último anciano cátaro.
(Poema escrito por Andrés González Déniz)
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