lunes, 14 de octubre de 2019

La isla que llamaron la de los ojos que miran al cielo


Amanecer tras las esculturas Moái en Ahu Tongariki

LA AGONÍA
DE LA
ISLA DE PASCUA
(Año 1500 d. C.)

En el poblado de Orongo,
junto al lago Kau,
los guerreros se disponen a bajar
por un acantilado que cae al mar.
El mejor de todos conseguirá
que sea el jefe de su clan
quien se corone como regidor de la isla.

Con rostro serio le toca el turno
a un joven rapanui. Tendrá que nadar
hasta el islote Motu Iti,
recoger con sus manos un huevo,
colocarlo en una cinta
y regresar a la isla de nuevo
esquivando tiburones.


Los Moáis representaban a los espíritus de los antepasados

En el lago Raraku no hay más agua
y desde entonces
se han desplazado hacia el sur.
El vencedor será equiparado
a Tangata Manu,
el hombre pájaro sagrado.

Ya no hay apenas palmeras y en su lugar
crecen bajas hierbas gramíneas.
Han quemado los bosques para el cultivo
y la sequía continúa siendo atroz.
Un prodigio de los Moái debe llegar,
pero no saben por dónde.

(Poema escrito por Andrés González Déniz)


Las quince estatuas Moái de Ahu Tongariki en la isla de Pascua

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