Escrito en lápida: "Fui lo que eres. Soy lo que serás"

Elizabeth Bishop

(Worcester, Massachusetts, 1911 - Boston, Nueva Inglaterra, 1979)
Poeta laureada de EE. UU. y Premio Pulitzer en 1956

ONE ART

The art of losing isn’t hard to master;

so many things seem filled with the intent

to be lost that their loss is no disaster.

Lose something every day. Accept the fluster

of lost door keys, the hour badly spent.

The art of losing isn’t hard to master.

Then practice losing farther, losing faster:

places, and names, and where it was you meant

to travel. None of these will bring disaster.

I lost my mother’s watch. And look! my last, or

next-to-last, of three loved houses went.

The art of losing isn’t hard to master.

I lost two cities, lovely ones. And, vaster,

some realms I owned, two rivers, a continent.

I miss them, but it wasn’t a disaster.

—Even losing you (the joking voice, a gesture

I love) I shan’t have lied. It’s evident

the art of losing’s not too hard to master

though it may look like (Write it!) like disaster.

(Poema escrito por Elizabeth Bishop)

UN ARTE VITAL

El arte de perder no es difícil de dominar:

demasiadas cosas parecen llevar

tanta intención de perderse,

que su pérdida no es un desastre.

Pierde algo todos los días.

Acepta el nerviosismo

de olvidar las llaves de la puerta

o malgastar unas horas.

El arte de perder no es difícil de controlar.

Luego practica perder más lejos

y más rápido: lugares y nombres

o a donde preferirías viajar.

Ninguno de estos olvidos traerán desastres.

Perdí el reloj de mi madre. ¡Y mira! La última

o penúltima de mis tres queridas casas también.

El arte de perder no es difícil de sobrellevar.

Perdí dos ciudades en las que habité, hermosas.

Y algo más extenso aún: algunos reinos

donde vivía, dos ríos, un continente.

Los extraño, sí, pero no fue un desastre.

—Incluso perderte (pronúncialo en broma,

un gesto que me encanta) no es difícil de soportar.

Advirtiéndote esto no te habré mentido. Es evidente

que el arte de perder no es muy difícil de manejar,

aunque pueda parecer (¡grábatelo!) como un desastre.

(Traducción de Andrés González Déniz)

Elizabeth Bishop a los 23 años de edad