Francisco Romero López
(Camas, Sevilla, 1933)
El sentimiento hecho torero
“CURRO ROMERO”
Se vistió por primera vez de luces en la placita
sevillana de La Pañoleta junto con Limeño.
Nadie hubiera dicho que allí nacía un portento,
ni siquiera después, cuando tomó la alternativa
en Valencia. Por la lluvia se suspendió la corrida
de su confirmación en Madrid cuando ya al tercero
lo llevaban en arrastre. Solamente destellos
en algún muletazo o verónica transmitían
lo grande que aquel diestro iba a ser, un artista
que observa al toro, y si lo considera apto,
le hace una faena insuperable. Fue en Sevilla
donde mejor nos demostró poseer duende y halo,
enseñando la inmensidad de sus características
como torero sublime, grandioso e inspirado.
(Poema escrito por Andrés González Déniz)
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