CONFESIONES DE UN ACTOR
"Bendíceme, lector, porque he pecado"
"Para mi padre ahorrar era lo más importante en esta vida"
"La edad de los dieciséis años es egoísta como ninguna otra"
"Mi adorada Mummy murió cuando yo tenía doce años. Aprendí entonces que un gran sufrimiento puede a veces, de alguna forma misteriosa, darnos una fuerza insospechada"
"¿Qué es, en definitiva, actuar sino mentir, y qué es una buena actuación sino mentir de forma convincente?"
(Dorking, Surrey, 1907 - Steyning, Sussex, 1989)
Actor y director escénico
"Siempre he creído que la causa de ese desagrado inicial entre mi padre y yo era que no podía encontrar ninguna finalidad a mi existencia"
"La muerte del padre es algo así como un puñetazo en las narices. Al quedarte de repente sin ninguna influencia protectora entre tú y la muerte"
"Yo sabía muy bien cuál era la tradición del colegio: no darle importancia a nada"
"¿Para qué estoy viviendo yo, qué objeto tiene mi vida? Servicio. Si todo el mundo consiguiera hacer de eso una idea, nadie, desde la reina a la más humilde fregona, podría decir que está viviendo para nada"
"Como actor pertenecías a tu agente,
no eras tú el que tenía un agente"
"Cuando fui a Londres mi padre me dijo: puedes hacer dos cosas, ir a todas partes a pie y ahorrarte el dinero del autobús, o ir a todas partes en autobús y ahorrar las suelas de los zapatos"
"En cierto modo, los papeles de viejo son más fáciles, porque ofrecen más manías a las que agarrarte"
"La suerte es tan necesaria para el éxito artístico como los compañeros, el talento y la habilidad"
"El mercader de Venecia es horrendo, cruel, y una de las obras más populares de Shakespeare"
"La vida y la forma que uno tiene de amoldarse a ella cambian continuamente"
Actuando junto a Marilyn Monroe en "El príncipe y la corista", película dirigida en 1957 por él mismo cuando tenía 50 años y ella 31
"El ataque es la herramienta
que tiene más a mano un periodista"
"El trabajo se apodera de ti y te arrastra"
"Los honores tienden a engendrar nuevos honores"
"¡Qué inmenso alivio es concentrarse en el trabajo!"
"Ayudamos a Noël Coward a meterse en su coche, y cuando arrancó, me miró por el cristal de atrás, sonrió, y me dijo adiós con la mano. Yo le devolvía el saludo y, mientras se alejaba, comprendí que los dos sabíamos que no volveríamos a vernos"
[Fragmentos extraídos de Olivier, Laurence: Confesiones de un actor, (título original: Confessions of an actor), Barcelona, Planeta, 1984, 2ª edición, (colección "Al filo del tiempo" dirigida por José Pardo), (traducción de María Soledad Silió), pp. 266, pvp: 24 euros]
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