CATEDRAL DE CÓRDOBA
El solar donde estuvo la basílica cristiana
de San Vicente Mártir fue la morada elegida
por Abderramán I para alzar la mezquita
que daría gloria perpetua a la fe musulmana.
En la cimentación se usaron columnas romanas
y capiteles, recurriendo a eminencias sirias
para culminar un edificio que se basaría
en los palmerales de ciudades norteafricanas.
Bajo arcos dobles, de herradura y medio punto,
gracias a la alternancia cromática de las dovelas,
se creó una atmósfera de misticismo puro.
Los fustes, con azules oscuros de Sierra Morena
y rosas de jaspe en la macsura, rinden tributo
con sus tres cúpulas a la única deidad eterna.
(Poema escrito por Andrés González Déniz)
En el interior de la mezquita cordobesa
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