"La caída de Faetón"
(1636 - 1638)
Peter Paul Rubens
(Siegen, 1577 - Amberes, 1640)
Pintor barroco de la escuela flamenca
(Galería Nacional de Arte en Washington D. C.)
LAS HELÍADES
Cuatro veces había juntado Selene sus cuernos,
trayectoria en la que las hijas del Sol no cesaron
de llorar por su Faetón amado. Sobre el mármol
lee Clímene el nombre de su hijo, cuyos miembros
inertes yacen tras acercarse a Helios. Los pechos
se rasguñan las Helíades con lastimeros llantos,
postradas ante la tumba de su dilecto hermano.
Egle palpa corteza en lugar de piel con los dedos.
Cuatro veces había juntado Selene sus cuernos,
trayectoria en la que las hijas del Sol no cesaron
de llorar por su Faetón amado. Sobre el mármol
lee Clímene el nombre de su hijo, cuyos miembros
inertes yacen tras acercarse a Helios. Los pechos
se rasguñan las Helíades con lastimeros llantos,
postradas ante la tumba de su dilecto hermano.
Egle palpa corteza en lugar de piel con los dedos.
Panel de mármol de un sarcófago
(Siglo II a. C.)
(Museo del Hermitage en San Petersburgo)
Faetusa advierte, arrodillada, los pies rígidos.
Lampetia nota los suyos convertirse en raíces.
Mérope mesa hojas donde tenía cabellos. Ríos
de ámbar son sus lágrimas. Todas sienten convertirse
los brazos en tiernas ramas. A ellas se suma Cigno,
transformado por dolor en ave que del agua vive.
Lampetia nota los suyos convertirse en raíces.
Mérope mesa hojas donde tenía cabellos. Ríos
de ámbar son sus lágrimas. Todas sienten convertirse
los brazos en tiernas ramas. A ellas se suma Cigno,
transformado por dolor en ave que del agua vive.
(Poema escrito por Andrés González Déniz)
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