domingo, 22 de julio de 2018

Un oratorio para preservarse del mundo inhóspito



Santa Caterina del Sasso Ballaro sobre el lago Maggiore
 
LA ERMITA DE LEGGIUNO

En la oscuridad de las tinieblas una barca
se desliza acercándose en silencio. Se oye
el sonido mineral del agua como si no se
urdiera por el momento ninguna amenaza.


 Santa Catalina de Alejandría

Dentro del monasterio ambrosiano monta guardia
un ermitaño. Está rezando las cuentas con el
santo rosario en las manos. Escucha unas toses
de origen humano. El carraspeo delata

 
  
La Virgen María con el niño Jesús

a los ladrones y corre a delatar el ataque.
De inmediato ponen al fuego una caldera
con aceite para echarla sobre los que salen



Cueva con figuras a la entrada del santuario

 del bote y tratan de escalar la pared pétrea.
Primero les arrojan agua para que resbalen
y por último la grasa hirviendo que los quema.
 
(Poema escrito por Andrés González Déniz)
 
 

Santa Caterina del Sasso Ballaro
En 1770 los carmelitas abandonan el monasterio construido en el siglo XII y a partir de 1914 el estado italiano lo declara monumento nacional

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