martes, 11 de agosto de 2020

La tragedia de un hombre que quiso crear un imperio


Benito Amilcare Andrea Mussolini
(Predappio, 1883 - Giulino di Mezzegra, 1945)
Dictador y creador del fascismo

EL FINAL DE MUSSOLINI
(27 y 28 de abril de 1945)

El viento aullaba y la lluvia era incesante
aquella noche de luna en la que dos automóviles
llegaron a Azzano. Se veían los resplandores
de las bombas y hasta podían oírse ataques


De niño fue un gamberro en la escuela, de joven un vagabundo con una inseparable navaja que estuvo varias veces en la cárcel, y de mayor un matón de masas con un inquietante parecido físico al mafioso Al Capone

de los aliados que habían llegado a los Alpes
de Bérgamo. Benito con un vendaje se esconde
la mitad de la cara. Claretta del brazo lo coge
para subir un sendero e impedir que resbale.


Estaba empeñado en conquistar Albania, Túnez, Libia, Egipto y Abisinia para que el Mediterráneo fuera otra vez el "mare nostrum" de los italianos

Esa noche apenas durmieron. Ella sollozaba.
Les perturbaban los fragores de los truenos y rayos.
Al despuntar el alba se asomaron a la ventana


Piazza di Venezia
Desde el balcón del Palazzo Venezia (a la izquierda) daba los discursos con los que los mismos italianos que lo vitoreaban al principio, lo odiaron después por provocar la muerte de 220.000 italianos que cayeron en combate o bajo los bombardeos durante la II Guerra Mundial

para contemplar las cumbres nevadas del otro lado
en Lecce. Por la tarde, Walter Audisio los llevaba
a Villa Belmonte en Mezzegra para fusilarlos.

(Poema escrito por Andrés González Déniz)


Lugar señalado con una cruz junto a la puerta de Villa Belmonte en Giulino di Mezzegra donde murieron fusilados Benito Mussolini y su amante

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