On the first part of the journey
I was looking at all the life.
There were plants and birds
and rocks and things.
There was sand and hills and rings.
The first thing I met was a fly with a buzz
and the sky with no clouds.
The heat was hot and the ground was dry,
but the air was full of sound.
I’ve been through the desert
on a horse with no name.
It felt good to be out of the rain.
In the desert you can remember your name,
‘cause there ain’t no one for to give you no pain.
"Invisible sleeping woman, horse and lion"
(1930)
Salvador Dalí
(Figueras, 1904 - 1989)
After two days in the desert sun
my skin began to turn red,
and after three days in the desert fun
I was looking at a river bed.
And the story it told of a river that flowed
made me sad to think it was dead.
You see I’ve been through the desert
on a horse with no name.
It felt good to be out of the rain.
In the desert you can remember your name
‘cause there ain’t no one for to give you no pain.
And after nine days I let the horse run free
‘cause the desert had turned to sea.
There were plants and birds
and rocks and things.
There was sand and hills and rings.
The ocean is a desert with its life underground
and a perfect disguise above.
Under the cities lies a heart made of ground,
but the humans will give no love.
You see I’ve been through the desert
on a horse with no name.
It felt good to be out of the rain.
In the desert you can remember your name,
‘cause there ain’t no one for to give you no pain.
(Canción compuesta por Dewey Bunnell e interpretada por el conjunto
"América" en un disco reeditado en 1972 con el fin de poder incluirla)
A LOMOS DE UN CORCEL ANÓNIMO
disfrutaba los detalles del paisaje
en su estado natural.
Veía árboles, pájaros, piedras, flores,
arenas, colinas y objetos imprecisos.
Lo primero que llamó mi atención
fue el zumbido de unos insectos
y el cielo limpio sin nubes.
El calor era asfixiante y la tierra árida,
pero el aire me parecía lleno de sonidos.
He cruzado el desierto
en un caballo sin nombre.
Me sentaba bien no tener que soportar
tempestades ni aguaceros. Además,
en una inmensa y polvorienta llanura
puedes reconocerte a ti mismo,
porque no hay nadie que interfiera
entre tú y el mundo.
Tras dos días bajo un sol de justicia
mi piel comenzó a enrojecer,
y a la tercera jornada de vagar
por el infinito páramo arenoso
tuve que buscar un poco de agua.
Cuando encontré una pequeña fuente
me entristeció pensar que otrora
había sido el origen de un río caudaloso.
Después de nueve días trotando poco a poco,
liberé el caballo que me sostenía
al divisar en el horizonte al océano.
Recuperé la visión de plantas, aves, rocas
y múltiples colores del principio.
Otra vez arenas, montañas y preseas de todo tipo.
El mar es como un desierto con la vida
latiendo debajo. Su aspecto vacío
es superficial y resulta engañoso.
En las ciudades también se construyen
los edificios sobre una base sólida,
y sin embargo, los seres humanos
se aniquilan y odian. Mejor es avanzar
a través de un erial sobre una montura
incógnita, lejos, a salvo de las inclemencias
del tiempo y los hombres, porque en un lugar
desolado e interminable podrás analizarte
a ti mismo y no habrá nadie que pueda
hacerte daño en lo más mínimo.
(Traducción de Andrés González Déniz)
Dan Peek
(Panamá City, Florida, 1950 - Farmington, Missouri, 2011)
Vocalista, compositor, guitarrista y co-fundador del grupo
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