(Montevideo, Uruguay, 5 de septiembre de 1956)
Cancerbero fiable y elástico
BELZA
Este portero, cuando estaba en activo,
desplegaba la arquitectura de su cuerpo
con una agilidad que le daba aspecto
de ser imbatible como si fuera un felino
que tuviera más vidas. Estuvo de amarillo
en dos campañas con sesenta y dos encuentros
en los que consiguió transmitirnos el hermético
don de un arquero al que no era sencillo
hacerle un gol. Sin embargo, encajó setenta
y nueve goles militando en la Segunda
División con Las Palmas y sufrió la afrenta
del descenso a Tercera, pero nadie duda
que fue una pieza más del fracaso. En cuenta
hay que tener que él solo no tuvo la culpa.
(Poema escrito por Andrés González Déniz)