LAS FIESTAS DE SCHAMANN
Había tenderetes de sardinas por las calles
que freían en braseros para el deleite
de nosotros. El parque se colmaba de gente
para subirse a las atracciones feriales.
Los papagüevos cabezudos eran gigantes
que amedrentaban a los niños. Al presente
ya no existen porque se quemaron. Vigentes
continúan las alfombras de colores, antes
hechas con serrines pintados. Las marionetas
daban sus funciones mientras grupos musicales
actuaban sobre una tarima de madera.
Nos íbamos de gira en guaguas escolares
por la isla y alrededor de la iglesia
aparecían extravagantes personajes.
(Poema escrito por Andrés González Déniz)
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