(Zárate, Buenos Aires, Argentina, 23 de marzo de 1986)
Portero de buenos reflejos y posición bajo los palos
ASSMANN
Cual de oro refulgían sus cabellos despeinados
sobre una faz de Adonis que hasta el copero
de Júpiter habría envidiado. Era el certero
flechazo en la hija de un directivo, el lazo
cautivador para las jóvenes que iban al campo
a ver las evoluciones de este joven portero
que defendió nuestra camiseta en veintiún encuentros
encajando sólo diecinueve goles, un buen dato.
Se lució en muchas tardes con buenas intervenciones
y demostró que era algo más que un chico guapo.
Procedía del Independiente y las sensaciones
decían que se convertiría en dueño del arco.
No se adaptó a vivir en la isla y entonces
decidió alejarse dejándonos desangelados.
(Poema escrito por Andrés González Déniz)
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