martes, 27 de diciembre de 2022

Llevó una vida de aventurero en tierras americanas


Manuel Domínguez Campos
(Gelves, 1816 – Sevilla, 1886)
Torero trotamundos

“DESPERDICIOS”

Huérfano de nacimiento, cuando vio Pedro Romero
cómo capeaba novillos, dijo que el muchacho
no tenía “desperdicio”. Otros cuentan, sin embargo,
que el apodo le vino porque desprendió al suelo


Destacaba en los lances con el capote

el ojo que perdió por una cornada en el Puerto
de Santa María, despreciándolo al arrojarlo
como “desperdicios” que no merecían otro trato.
El toro, “Barrabás”, le vació la cuenca por completo.


Era un maestro en la suerte suprema de recibir al toro

Cruzó el océano para que no le imputaran
un crimen no cometido, y allí fue miliciano
a la fuerza en una guerra civil del Mar del Plata.


En América vivió situaciones rocambolescas

En el lance del farol y los pases arrodillados
se le atribuye la invención. Regresa a España
e impresiona con su toreo seco y parado.

(Poema escrito por Andrés González Déniz)


Le sobraba valor y tenía sentido del honor

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