La sonda Rosetta, que fue lanzada el 2 de marzo de 2004 con un cohete Ariane 5 desde la población de Kourou en la Guayana francesa, aparece en esta recreación fotográfica tras desprenderse del aterrizador Philae
DESEMBARCO
EN UNA ESTRELLA
FUGAZ
Emitiendo señales magnéticas
a quinientos diez millones de kilómetros
de distancia
interespacial desde la Tierra.
Situada en el punto Agilkia
del frío suelo del cometa
llamado
Churyumov-Gerasimenko,
no funcionan los arpones de anclaje terrestre.
Ha
durado siete horas el descenso
y queda carga en las baterías
para poder trabajar dos días y medio.
El módulo Philae, que se aferró al suelo con tornillos surgidos de sus puntos de apoyo, lleva ese nombre en honor de una ciudad egipcia sumergida en el Mediterráneo donde se encontraba un obelisco
Comienza la
tarea de investigar
en este cuerpo sólido
celeste,
con cuatro mil setecientos millones de años
de
antigüedad, si en la composición del agua
que contiene hay lo
mismo
que hizo nacer la vida en nuestro planeta.
Soy
Philae, módulo de investigación
de la sonda estelar Rosetta.
Me encuentro en una cima
rodeada de las fosas y
acantilados
de una depresión captando la melodía
de la
ionización de las partículas.
(Poema escrito por Andrés González Déniz)
Fotografía de la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko
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