martes, 7 de agosto de 2018

Los hombres duros nunca abandonan la lucha

 
De 10 millones de dólares invertidos en este proyecto sólo se han recuperado 4'5 millones debido a la mala calidad del resultado
 
GOTTI
(2018)
 
Un proyecto abandonado por el director Barry Levinson y el propio Al Pacino cristalizó en un bodrio dirigido por Kevin Connolly. La culpa no es suya, sino de los guionistas, Lem Dobbs y Leo Rossi, que escribieron un panegírico a mayor gloria del capo de la mafia John Gotti (jefe del clan de los Gambino en Nueva York) haciéndole un flaco favor, porque la película es aburrida e insoportable.
 
 
John Joseph Travolta
(Englewood, New Jersey, 1954)
A pesar de ser un actor que siempre ha corrido el riesgo de ser encasillado, logra demostrar una y otra vez que tiene una capacidad dramática fuera de toda duda y a prueba de bomba
 
Al igual que los westerns, las películas sobre mafiosos se han convertido en un género estereotipado y de uno y otro se ruedan episodios que siguen los cánones pero ni innovan ni, lo que es peor, resultan amenas en algunos casos. Lo más digerible del film es el asesinato histórico de Paul Castellano a la salida de un restaurante en Manhattan. Sucedió en 1985 y aún recuerdo vagamente el shock que me produjo cuando lo leí en los periódicos de entonces.
 
 
John Travolta y Leo Rossi (Trenton, New Jersey, 1947)
 
John Travolta se salva del desastre realizando un papel digno y muy elaborado. Por contra, Spencer Lofranco encarna de manera impresentable al hijo de John Gotti. Da la impresión de estar en un campus universitario esperando a jugar una liga de béisbol. Los secundarios están bien elegidos y cuadran con su papel. Especialmente notorio es el trabajo de Chris Mulkey, Stacy Keach, Leo Rossi y William DeMeo: todos podrían intervenir por su aspecto de perversos matones en películas de gánsteres de manera solvente, y además, resultan interesantes porque saben lo que hacen.


 Kelly Preston (Honolulu, Hawái, 1962) interpreta muy bien el mismo papel que hace en la vida real: ser esposa de John Travolta
 
El colmo de los horrores lo lleva a cavo la actriz Megan Leonard en el rol de Kim Gotti, nuera del capo. Su boda con John Gotti Jr. es infumable: pone cara de cordera momificada y el peinado que luce en la boda es para llevar al peluquero a un  juzgado de guardia. No me extrañan las críticas negativas que recibió este largometraje en el festival de Cannes: es el clásico tipo de película que si dejas de verla, al poco de empezar o por la mitad, no te pierdes nada.

(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
 
 
Lo único memorable y que merece la pena ver de esta película es la manera en que desarrolla su papel John Travolta. Es increíble cómo logra darle vida a un criminal sin desmerecer a otros grandes actores

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