jueves, 13 de octubre de 2016

Cicatrizando postemas con la risa como fármaco

 
Este largometraje dura 116 minutos
 
HA VUELTO
(ER IST WIEDER DA)
(2015)
 
Excelente comedia que trata de ahuyentar fantasmas del pasado con un Hitler redivivo que provoca la risa en una Alemania muy diferente a la de los años treinta del siglo anterior. El guion plantea que en el fondo abrigamos un espíritu hitleriano cuando nos oponemos a la invasión foránea de los emigrantes y pretendemos la supremacía racial o patriótica de nuestro pueblo sobre los demás.
 
 
Hitler se queda perplejo al comprobar que ya no se editan los periódicos nacionalsocialistas como el "Der Stürmer" o el "Völkischer Beobachter"
 
El actor Oliver Masucci encarna al mejor Hitler que se haya visto en la pantalla junto con el sombrío Bruno Ganz que lo interpretó en El hundimiento (2004) a las órdenes del director Oliver Hirschbiegel. Tuvo que entrenarse durante dos semanas para adquirir el acento y los tics del dictador alemán. El fruto de dicho adiestramiento es memorable, pues el parecido es increíble, si bien el verdadero Hitler era menos atlético y alto, además de encontrarse francamente deteriorado hacia el final de sus días, especialmente después de sufrir el atentado cometido por Claus von Stauffenberg.
 
 
Oliver Masucci
(Stuttgart, Alemania, 1968)
El actor de padre italiano realiza el mejor papel de su vida
 
Paradójicamente, denuncia la basura televisiva utilizando como medio la propia televisión. A lo largo de la cinta muestra una terca firmeza en el propósito de regenerar la patria. Aprovecha para ridiculizar a los actuales líderes políticos y se encuentra con que quienes le siguen en estos momentos son unos neonazis descerebrados que forman una minoría vandálica. La crueldad con la que mata a un perro “jagdterrier” que le muerde sirve para desenmascarar su verdadero carácter diabólico. El público no le perdona que haya matado al animal, como tampoco una anciana con demencia senil está dispuesta a disculpar que permitiera morir a tantos alemanes en los diversos frentes de la guerra.
 
 
Al inicio de la película se ve una toma aérea de la cúpula actual del Reichstag, edificio que probablemente los nazis quemaron el 27 de febrero de 1933 por odio al corrupto parlamentarismo democrático echándole la culpa del incendio a los comunistas, concretamente a un joven albañil holandés, Marinus van der Lubbe, al que torturaron para que confesara "sí o sí" la autoría del atentado
 
La inutilidad de las dos contiendas mundiales en las que participó  conducen al Führer a la melancolía. Para él, Polonia ocupa ahora parte del territorio germano en lugar de estar ocupada a medias por los comunistas y los nazis. La gente por la calle lo ve como un actor callejero y le piden sacarse selfies a su paso. En un programa televisivo triunfa como si fuera un payaso, salvando de la quiebra a su promotor. Basada en una novela satírica de Timur Vermes, esta adaptación es como un bálsamo que cumple con buena nota la función de reírnos del pasado para sanar heridas sangrientas una vez que ha transcurrido tanto tiempo.
 
 
Impresionante el regreso del austriaco a escenarios céntricos de Berlín como la avenida Unter den Linden o la puerta de Brandeburgo
 
La música de Enis Rotthoff se vale de melodías clásicas que resultan muy agradables acompañando al relato de los acontecimientos. Hitler vuelve a la vida en el lugar de la cancillería donde se suicidó como si hubiera estado hibernando durante setenta años. Podía haberse explotado mucho más el choque que hubiera sufrido al confrontarlo con una actualidad desconocida para él, sin embargo, las pinceladas con las que los guionistas David Wnendt e Ingrid Lausund abordan el asunto bastan para hacer de este film una pequeña delicia a los ojos de los espectadores maduros.
 
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
 
 
A pesar de estar hecha para provocar más sonrisas que risas,
la película goza de intensos momentos desternillantes

No hay comentarios:

Publicar un comentario