María Dolores Pradera
(Madrid, 1924 - 2018)
Cantante y actriz
DEL DOLOR DE LA PÉRDIDA
No dejes de cantarme risueña
ahora que te pierdes en la gloria,
ahora que eres la memoria
del sueño que evoca la historia
de un verano en una alameda.
Déjame que te sienta, norteña,
ahora que aún abrigo el recuerdo
de un baile muy juntos y un beso
por el camino de una rosaleda.
Perfumes en el pelo
y rubores en la cara,
airosa caminaba
mi novia primera.
Derramaba fragancias
y a su paso alentaba
arrebatos de la lujuria
que en sus senos palpitaba.
De aquel pueblo y su alameda
recuerdo las risas y las charlas,
el estremecimiento de la piel
y el impulso por abrazarla.
El escote de la blusa,
los rizos del cabello
y la mirada limpia
de la pasión intacta.
Déjame que te lo diga, porteña,
deja que me consuele contándolo,
el sentimiento de un tiempo joven
del que no debí haber despertado,
ahora que el presente devastó
a los actores y los actos.
Vuelve a darme la frescura
de aquella época remota,
adórnala con claveles y rosas,
las flores que declaran el amor
en el instante que dura
antes de desmoronarse.
Engalana los recuerdos
de aquel baile en el viejo pueblo
con dos enamorados eternos
que iban a ser siempre jóvenes.
Preciosa la adaptación que has hecho, me ha encantado el sentimiento que desprende hacia su persona. Abrazos
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