Máscara del dios Xipe Tótec
(Museo del Louvre)
LA FIESTA PRIMAVERAL
DE TLACAXIPEHUALIZTLI
Dos esclavos, prisioneros de guerra, son llevados
ante el frontispicio de un templo azteca. Otros
aguardan su turno. Tendrán que conseguir el logro
de obtener el triunfo. Quien pierda será desollado,
porque el divino Xipe Tótec reclama el manto
de las pieles humanas para adornarse. Somos
parte de un ciclo que se renueva, y el lodo
del que estamos hechos requiere un nuevo barro.
En la fiesta de Tlacaxipehualiztli los aztecas celebraban combates gladiatorios en honor de Xipe Tótec, el dios de la muerte y la vida
Los rivales se dañan y extenúan en la lucha
hasta que uno, malherido, cae derrotado.
Dos sacerdotes mexicas le golpean la nuca
como remate. Después, se ponen a desollarlo
para vestirse con su pellejo. El rito nunca
terminará porque recomienza todos los años.
(Poema escrito por Andrés González Déniz)
Sacerdote cubierto con la máscara de Xipe Tótec
(Museo Rufino Tamayo de Arte Prehispánico en Oaxaca, México)