miércoles, 5 de junio de 2019

La prisión en la que no cabía esperanza ninguna


Entrada al Tullianum o cárcel mamertina,
hoy iglesia católica de San José dei Falegnami

LA PRISIÓN DEL CAPITOLIO

En algún lugar recóndito del foro romano,
a doce pies de profundidad,
rodeada de muros pétreos
y con un techo abovedado,
se encontraba la mazmorra
en la que los presos
eran ajusticiados sin misericordia.

El Tuliano era el lugar pestilente
y oscuro al que nadie quería caer.
Quienes entraban en su recinto
abandonaban cualquier consuelo
o esperanza de sobrevivir.


Celda mamertina donde personajes históricos como Jugurta, Vercingétorix, Aristóbulo II, San Pablo o el mismo San Pedro fueron prisioneros o ejecutados


Allí acabaron con Cetego, Jugurta,
Vercingétorix, Estatilio, Cepario y tantos
que el registro de la memoria
inscribió algunos como anónimos.

Cornelio Léntulo por un complot
en esta celda fue ahorcado
y muchos, que como él debieron perecer,
escaparon a lomos del exilio o la fuga.

¿Dónde queda con exactitud
ubicado ahora?
¿Será la cárcel mamertina,
o el sitio era otro?
La voz de los pretores curules
resuena sobre los condenados.

(Poema escrito por Andrés González Déniz)


Interior actual del Tullianum convertido en capilla cristiana

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