Dirigida por Danny Boyle, basada en una novela del escritor hindú Vikas Swarup, adaptada al cine gracias a un guión de Simon Beaufoy, con una banda sonora del compositor Allah Rakha Rahman que mezcla el sonido tradicional de la India con el pop discotequero de los años setenta, los ingleses han vuelto a demostrar que respetan el teatro y lo cultivan con tanto amor que son capaces de trasladarlo al cine.
Hizo falta poner en liza 15 millones de dólares por parte de tres compañías productoras, pero valió la pena. Es una obra maestra absoluta. Una película que merece pasar al archivo glorioso de la historia del cine. Por fin un espectáculo para la mente, los ojos y los oídos. Gracias a Dios que todavía es posible ver arte en una pantalla sin que sea soporífero. Se sabe que hay gente capaz de genialidades así, lo que cada vez resultaba más difícil era encontrar quién las financiara.
Los dos hermanitos huyendo con el Taj Mahal al fondo
No quiero entrar en detalles sobre esta película. Se defiende sola. Basta con verla. Qisiera añadir, eso sí, que le hicieron justicia al otorgarle el óscar al mejor film y al mejor director en el año 2008. Bueno, me quedo corto, porque se llevó también las estatuillas al mejor sonido, fotografía, montaje, banda sonora, guión adaptado y canción original. En total, ocho oscars.
Jamal, Latika y Salim, los tres pilluelos protagonistas
Yo le hubiera dado los diez posibles. Qué maravilla. Hay una escena en la que se nota el influjo de Pasolini cuando uno de los niños protagonistas se cae en un pozo negro lleno de mierda. Hay otro momento fantástico en que aparece una niña pintada de azul dando la impresión de que Fellini la estuviera filmando. Y en general toda la película es tan inteligente que Woody Allen hubiera deseado haberla dirigido. De hecho, el enredo de la trama está muy próximo a su estilo. Para colmo, aparece el Taj Mahal en todo su esplendor, y además, mostrándosenos cómo cambia con la luz del sol a lo largo de una jornada entera.
La historia de amor está perfectamente injertada en el corazón de la trama
Aquí está la pobreza de la India, pero también su alegría. La mendicidad de la calle y las mafias que la explotan. El amor de unos principiantes que tratan de luchar contra el poder establecido. La superpoblación, pero también la gente llena de energía. La violencia de los intransigentes religiosos y la fe de los pobres en cada nuevo día. Así como también el hurto, el engaño, el fraude y el crimen. O la tortura, el secuestro y la prostitución: el lado oscuro de la vida. La corrupción detrás de las apariencias, pero también la ingenuidad, la mirada limpia y la ternura.
Apoteosis final: baile conjunto de todos los integrantes, incluidos los extras
Alquilé este DVD pensando en que iba a ver una comedia de la que sólo esperaba reírme y me topé con un monumento del séptimo arte, una obra cumbre que demuestra cómo no es todo decadencia en Occidente y que el mestizaje de influencias puede darle nuevos bríos a nuestra cultura.
El director Danny Boyle con los actores Freida Pinto y Dev Patel
Apreciado Andres, me siento tan feliz al leer a "Fernando", te lo mereces muy de verdad.
ResponderEliminarA veces me he sentido como quien descubre un "lugar mágico" tu blog y desea ser agradecida por ese "mucho" que nos das en cada post.
De la India ya hablamos otro día, de nuevo ¡felicidades amigo!.
Una mujer