La cinta tiene 129 minutos de duración
“LIVE BY
NIGHT”
("VIVIR DE
NOCHE")
(2016)
Ésta es una película que contiene todo lo necesario para
convertirse en un clásico: ambientación inmejorable, vestuario adecuado,
actores secundarios magníficos, banda sonora precisa, voz narrativa en tercera persona
con un tono grave que le confiere hondura lírica a la historia, localizaciones
preciosas, fotografía exquisita, guion insuperable, un presupuesto alto de 65
millones de dólares, y sin embargo, el resultado fracasa estrepitosamente en
taquilla recaudando solamente un poco más de 21 millones.
Ben Affleck
(Berkeley, California, 1972)
Cuaja una actuación decepcionante sin dar credibilidad a su personaje,
además de dirigir la película con un esquematismo maniqueo e infantil
Aunque parte de la crítica estadounidense haya querido
explicar este fiasco en función de los estrenos que le hicieron la competencia
(“Monster Trucks”, “Silence”, Patriots Day”, “The Bye Bye Man”, “Sleepless”),
la verdadera razón del fracaso artístico y comercial quizá esté en el meollo
mismo del film, concretamente en su director y actor principal: Ben Affleck.
Mary Elle Fanning
(Conyers, Georgia, 1998)
Puso toda su delicadeza y hermosura al servicio de una sutil actuación
La sensación que uno tiene es la
de estar asistiendo al capricho filmado de un niño rico que se ha hecho maduro
desarrollando una visión pija y semianalfabeta del mundo. Algunos crímenes
vienen sin ton ni son en la película y Affleck comienza muy bien su
interpretación hasta que va derivando en un actor con un solo registro: se pasa
todo el largometraje serio y rígido como un huso.
Robert Glenister
(Hertfordshire, Inglaterra, 1960)
y
Sienna Miller
(Nueva York, USA,1981)
El primero dio una lección de cómo debe ser un malvado insufrible
y la segunda de cómo se las gasta una arpía sin redención
Es de lamentar que la novela de
Dennis Lehane en que se fundamenta este trabajo cinematográfico haya quedado
devaluada por el infantilismo de un director que caricaturiza escenas como la
del castigo con una fusta del sheriff Irving Figgis a su hija Loretta, el
momento conmovedor en que recibe las fotos depravadas de su hija enganchada a
la heroína y prostituida; el impostado asesinato de Pruitt, al que despachan de
modo demasiado fácil y poco trabajado, el trato ligero y rápido dado al Ku Klux
Klan, la sobrevenida e imposible alianza entre Maso Pescatore y Albert White, o
la increíble invasión de un ejército de gangsters vengadores para acabar con
los jefes de la mafia irlandesa e italiana de un solo golpe. Y todo, con un Ben
Affleck desabrido que parece noqueado mostrando la misma expresión facial tiesa
e incapaz de mover una sola ceja.
Remo Girone
(Asmara, Eritrea, 1948)
Encarnó el prototipo paradigmático de un capo de la Cosa Nostra
Leonardo DiCaprio puso parte de
su dinero en la producción, pero otra cosa hubiera salido si él la
protagonizara y le hubiera dejado el mando de la cámara a Martin Scorsese, ya
que Francis Ford Coppola está muy mayor. El desastre no lo salvan ni las frases
brillantes del libro sobre el que se ha basado el guion, como por ejemplo: “las
leyes cambiaban y los que las hacían se libraban de su cumplimiento”, “lo que
haces, siempre regresa” o “la arrogancia conduce a la seguridad, y de ahí a la
ignorancia hay un solo paso”. Lástima de dinero perdido, una pena el tiempo y el
esfuerzo derrochados que se han ido al garete por el narcisismo de un niñato
crecidito de Hollywood.
(Reseña crítica escrita por Andrés González Déniz)
Zoe Saldana-Perego
(Passaic, Nueva Jersey, 1978)
Tanto ella como Ben Affleck hicieron una actuación tan desastrosa
que más parecen dos turistas que se hubieran entrometido en el film