sábado, 25 de abril de 2020

Un acto de justicia poética contra un clan satánico

 
Esta producción costó 90 millones de dólares, pero
afortunadamente ya lleva recaudados más de 374

ÉRASE UNA VEZ
EN HOLLYWOOD
(2019)

Una película que podía haber sido mucho mejor, habida cuenta del impresionante reparto con el que cuenta. Esta morosa obra de arte es, en realidad, una venganza personal de Tarantino contra Charles Manson y su secta de asesinos. El arte contra la historia, una pequeña consolación para el público. Brad Pitt, como siempre, hace un papel tan brillante que le permite ganar el Óscar al mejor actor de reparto. Sus dotes interpretativas son tan asombrosas como esa belleza que posee y nunca parece terminar de marchitarse. Hace de Cliff Booth, un especialista de acción que trabaja como doblador en la escenas de riesgo. Leonardo di Caprio está a muy buen nivel, es otro gran actor, y logra encarnar a una estrella de la televisión, Rick Dalton, que teme perder su estatus al pasarse al cine. Margot Robbie da vida a Sharon Tate de una manera tan brillante que parece ella misma. Mike Moh actúa como Bruce Lee de manera convincente. En fin, todos los actores contribuyen a dar realce a una película que peca de lenta y aburrida en sus tres primeras partes. 

Dos colosos del arte dramático: Leonardo di Caprio y Brad Pitt

Tarantino ha sido muy fiel a lo que fueron las estrellas del Hollywood de la época como el Steve McQueen interpretado por Damian Lewis o la cantante Mama Cass resucitada por la actriz Rachel Redleaf. El hándicap es que apenas les da cancha en el film. Como mejor ejemplo de lo que afirmo véase el minúsculo papel como agente cinematográfico del personaje Rick Dalton que se le otorga a Al Pacino. La recreación de los años sesenta, sin embargo, es tan espectacular y verídica que obtuvo el Óscar al mejor diseño de producción. Y para de contar, porque más premios este film no se mereció.

Increíble el parecido del actor Damon Herriman con el criminal Manson
 
Con un guion más trabajado este relato hubiera sido menos tedioso. Tal como quedó, sólo son rescatables dos momentos: cuando el clan Manson está viviendo en el Rancho Spahn y Cliff Booth acude para visitar a su propietario, George, un anciano ciego que deja vivir allí gratis a los jóvenes hippies a cambio de sexo. El papel iba a ser para Burt Reynolds, pero al morirse durante la filmación de la cinta no se llegó a rodar con él ninguna escena. Su lugar lo ocupó Bruce Dern, quien hizo una breve pero magistral actuación de anciano ciego, amnésico y degenerado. El segundo mejor momento llega al final, y es la sorprendente vendetta que Tarantino lleva a cabo sobre los odiosos yayoflautas acólitos de Charles Manson. La banda sonora es una de las mejores bazas para hacernos sumergir en la época que se nos está representando en la pantalla, incluyendo una canción del grupo español “Los Bravos” titulada “Bring a little loving” que fue un éxito internacional a fines de la década de los sesenta. 
 
La magia del cine: Margot Robbie nos hace creer que Sharon Tate vive
 
Es fácil criticar y difícil hacer. La verdad es que este noveno largometraje de Tarantino tiene la virtud de que apetece verlo de nuevo cuando se termina. Sobre todo porque la primera vez no sabes bien a dónde quieren ir a parar los personajes y el guionista comete el error de utilizar diálogos completamente anodinos y superficiales.
 
(Reseña escrita por Andrés González Déniz) 
 
Para amantes de la nostalgia de los años sesenta

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