sábado, 9 de julio de 2011

A través de Vivaldi se oye a Dios en Venecia



PSALMI

Nisi Dominus ædificaverit domum,
in vanum laboraverunt qui ædificant eam.
Nisi Dominus custodierit civitatem,
frustra vigilat qui custodit eam.
Vanum est vobis ante lucem surgere:
surgite postquam sederitis,
qui manducatis panem doloris.




Cum dederit dilectis suis somnum,
ecce hæreditas Domini, filii;
merces, fructus ventris.
Sicut sagittæ in manu potentis,
ita filii excussorum.
Beatus vir qui implevit
desiderium suum ex ipsis:
non confundetur cum loquetur
inimicis suis in porta.


"Venezia al crepuscolo"
Guido Borelli da Caluso
(Torino, 1952)

SALMOS

Si el Señor no construye la casa,
en vano trabajan los que la edifican.
Si Jehová no custodia la ciudad,
en vano vigilan los guardias.
Inútil es que os levantéis temprano,
vayáis muy tarde a descansar
y comáis el pan con vuestro esfuerzo,
porque a sus escogidos dará Dios

el sueño eterno.





La herencia de Yahvé son los hijos.
Es un don el fruto del vientre. 
Como las flechas en manos del valiente,
así son los hijos de los padres jóvenes.
Bienaventurado el hombre que llenó
su aljaba con ellos, pues no se avergonzará
cuando hable con sus enemigos en la puerta.





NISI DOMINUS

Cum dederit dilectis suis somnum.
Ecce hæreditas Domini, filii; merces, fructus ventris.

(Vivaldi compuso en 1717 una melodía inmortal con estos dos versos latinos tomados de los salmos bíblicos del Antiguo Testamento)


"Ritratto di Antonio Lucio Vivaldi"
(1723)
François Morellon de La Cave
(Amsterdam - ¿?, siglo XVIII)

SIN DIOS TODO ES VANO

Porque Él se llevará consigo a sus elegidos
en el momento definitivo de la muerte.
He aquí la herencia del Señor: los hijos.
Su merced es el fruto del vientre.

(Traducción de Andrés González Déniz)



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