Pedro Calderón de la Barca
(Madrid, 1600 - 1681)
Pintura al óleo de autor desconocido
(Museo "Lázaro Galdiano" en Madrid)
EL GRAN TEATRO DEL MUNDO
Autor: "Es representación la humana vida.
Una comedia sea
la que hoy el cielo en tu teatro vea.
Yo a cada uno
el papel le daré que le convenga.
Seremos: yo, el autor en un instante;
tú, el teatro; y el hombre, el recitante.
Aunque es mía la obra, es milagro tuyo.
¿Cómo supo
la naturaleza hacer
tan gran lienzo sin estudio?
En un instante verás
cómo repúblicas fundo,
cómo ciudades fabrico,
cómo alcázares descubro.
Ya previno mi discurso
dos puertas: la una es la cuna,
y la otra es el sepulcro.
Al que hubiere de hacer rey,
púrpura y laurel de Augusto;
al valiente capitán,
armas, valores y triunfos;
al que ha de hacer el ministro,
libros, escuelas y estudios.
Al religioso, obediencias;
al facineroso, insultos;
al noble le daré honras,
y libertades al vulgo.
Al labrador, que a la tierra
ha de hacer fértil a puro
afán (por culpa del necio Adán),
le daré instrumentos rudos.
Ya sé que si para ser
el hombre elección tuviera,
ninguno el papel quisiera
de sentir y padecer;
todos quisieran hacer
el de mandar y regir,
sin mirar, sin advertir,
que en acto tan singular
aquello es representar,
aunque piensen que es vivir."
Pobre: "¿Pues cómo sin ensayar
la comedia se ha de hacer?"
Labrador: "Aun una comedia vieja,
harta de representar,
si no se vuelve a ensayar,
se yerra cuando se prueba;
si no se ensaya esta nueva,
¿cómo se podrá acertar?"
Mundo: "De tu proceder infiero
que como bruto gañán
habrás de ganar tu pan."
Pobre: "Es mi papel la aflicción,
es la angustia, es la miseria,
la desdicha, la pasión,
el dolor, la compasión,
el suspirar, el gemir,
el padecer, el sentir,
importunar y rogar;
el nunca tener que dar,
el siempre haber de pedir.
El desprecio, la esquivez,
el baldón, el sentimiento,
la vergüenza, el sufrimiento,
el hambre, la desnudez,
el llanto, la mendiguez,
la inmundicia, la bajeza,
el desconsuelo y pobreza,
la sed, la penalidad,
y es la vil necesidad,
que todo esto es la pobreza.
En fin, este mundo triste
al que está vestido viste
y al desnudo le desnuda."
La Compañía Nacional de Teatro Clásico interpretando
"Otro gran teatro del mundo" con escenografía de Rafael Garrigós
Hermosura: "¿Todo ha de ser para ti
austeridad y rigor?
¿No ha de haber placer un día?
Dios, di: ¿para qué crió
flores, si no ha de gozar
el olfato el blando olor
de sus fragantes aromas?
¿Para qué aves engendró,
que en cláusulas lisonjeras
cítaras de pluma son,
si el oído no ha de oírlas?
¿Para qué galas, si no
las ha de romper el tacto
con generosa ambición?
¿Para qué hizo Dios, en fin,
montes, valles, cielos, sol,
si no han de verlo los ojos?
Ya parece, y con razón,
ingratitud no gozar
las maravillas de Dios."
Edición con portada de Salvador Dalí
Discreción: "Yo no he de salir de casa;
ya escogí esta religión
para sepultar mi vida,
por eso soy Discreción."
Hermosura: "Yo, para esto, Hermosura:
a ver y ser vista voy."
Mundo: "Poco tiempo se avinieron
Hermosura y Discreción."
Hermosura: ¿Qué haré yo
para lograr mi hermosura?"
Mundo: Obrad bien, que Dios es Dios.
Con oírse aquí el apunte,
la Hermosura no lo oyó."
Rico: "Pues pródigamente el cielo
hacienda y poder me dio,
pródigamente se gaste
en lo que delicias son.
Nada me parezca bien
que no lo apetezca yo;
registre mi mesa cuanto
o corre o vuela veloz.
Sea mi lecho la esfera
de Venus, y en conclusión,
la pereza y las delicias,
gula, envidia y ambición,
hoy mis sentidos posean."
"El gran teatro del Mundo" en una versión del director de cine
Carlos Saura Atarés (Huesca, 1932)
Labrador: "Hoz y azada son mis armas,
con ellas riñendo estoy:
en las cepas con la azada,
en las mieses con la hoz."
Pobre: "Al rico le sobra todo,
y solo en el mundo yo
hoy de todos necesito;
y así llego a todos hoy,
porque ellos viven sin mí,
pero yo sin ellos, no."
Hermosura: "Decidme, fuentes,
pues que mis espejos sois:
¿qué galas me están más bien?,
¿qué rizos me están mejor?"
Pobre: "¿No me veis?"
Hermosura: "Necio, ¿no miras
que es vana tu pretensión?
¿Por qué ha de cuidar de ti
quien de sí se descuidó?"
Cartel de la obra bajo la dirección de Francisco Civit
Pobre: "¿Quien tanto desperdició
por su gusto, ¿no daría
alguna limosna?"
Rico: "No. Para eso tengo ya
mi Limosnero mayor."
Mundo: "Con sus ministros el Rey
su conciencia aseguró."
Labrador: "Si me lo dio
Dios, buen arar y sembrar
y buen sudar me costó.
Decid: ¿no tenéis vergüenza
que un hombrazo como vos
pida? Servid noramala,
no os andéis hecho bribón:
y si os falta qué comer,
tomad aqueste azadón
con que lo podéis ganar."
Pobre: "Dadme vos algún consuelo."
Discreción: "Tomad y dadme perdón.
(Le da un pan)."
Ley: "Ama al otro como a ti
y obra bien, que Dios es Dios."
Rey: "Supuesto que es esta vida
una representación
y que vamos por el camino
todos juntos, haga hoy
del camino la llaneza
común la conversación.
Hermosura: "No hubiera mundo a no haber
esa comunicación."
Rey: "¡Qué rigor!
No poder hacia la cuna
dar un paso, todos son
hacia la tumba."
Mundo: "Toda la hermosura humana
es una temprana flor;
marchítese, pues la noche
ya de su aurora llegó."
Hermosura: "De aquella cuna salí
y hacia este sepulcro voy,
mucho me pesa no haber
hecho mi papel mejor."
La obra "Otro gran teatro del mundo" es una actualización llevada a cabo por la Compañía Nacional de Teatro Clásico
Mundo: "Cerca está de agradecido
quien se reconoce deudor."
Pobre: "Perezca, Señor, el día
en que a este mundo nací,
perezca la noche fría
en que concebido fui."
Rico: "¿Cómo? ¿No sientes dejar
el teatro?"
Pobre: "Como no
dejo en él ninguna dicha,
voluntariamente me voy."
Rico: "Yo, ahorcado, porque dejo
en la hacienda el corazón."
Pobre: "¡Qué alegría!"
Rico: "¡Qué tristeza!"
Pobre: "¡Qué consuelo!"
Rico: "¡Qué aflicción!"
Discreción: "Enmendaos para mañana
los que veis los yerros de hoy."
Mundo: "Corta fue la comedia; pero, ¿cuándo
no lo fue la comedia de esta vida?
Ya todos el teatro van dejando,
a su primera materia reducida
la forma que tuvieron y gozaron:
polvo salgan de mí, pues polvo entraron."
Rey: "¿Así pues el mundo
quien fui tan presto ignora?
Mundo: "El mundo lo que fue pone en olvido."
Rey: "Mandé, juzgué, regí muchos estados;
hallé, heredé, adquirí grandes memorias;
vi, tuve, concebí cuerdos cuidados;
poseí, gocé, alcancé varias victorias.
Formé, aumenté, valí varios privados;
hice, escribí, dejé raras historias;
vestí, imprimí, ceñí en ricos doseles
las púrpuras, los cetros y laureles."
Mundo: "Pues deja, suelta, quita la corona.
La majestad desnuda pierde, olvida."
Rey: "¿Tú no me diste adornos tan amados?
¿Cómo me quitas lo que ya me diste?"
Mundo: "Porque dados no fueron, no: prestados
sí, para el tiempo que el papel hiciste;
déjame para otro los estados,
la majestad y pompa que tuviste."
Rey: "¿Cómo de rico fama solicitas,
si no tienes qué dar si no lo quitas?
¿Qué tengo para sacar en mi provecho
de haber en el mundo al Rey representado?"
Mundo: "Cobrar me toca el traje que sacaste,
porque me has de dejar como me hallaste.
Y a ti, Hermosura, ¿qué te entregué?"
Hermosura: "Perfecta una belleza."
Mundo: "Pues, ¿y dónde está?"
Hermosura: "Quedó en la sepultura."
Mundo: "Pasmóse aquí la gran naturaleza,
viendo cuán poco la hermosura dura,
que aun no viene a parar donde empieza,
pues al querer cobrarla yo, no puedo,
ni la llevas ni yo con ella quedo.
¿Dónde está la beldad, la gentileza
que te presté? Devolvérmela procura."
Hermosura: "Toda la consumió la sepultura.
Allí dejé matices y colores,
allí perdí jazmines y corales,
allí desvanecí rosas y flores,
allí quebré marfiles y cristales.
Allí turbé afecciones y primores,
allí borré designios y señales,
allí eclipsé esplendores y reflejos,
allí aun no toparás sombras y lejos."
Labrador: "¿A quién el corazón no se le raja
viendo que de este mundo desdichado
de cuanto la codicia vil trabaja
un azadón, de la salud castigo,
aun no le han de dejar llevar consigo?"
Mundo: "No te puedo quitar las buenas obras,
éstas solas del mundo se han sacado."
Rey: "¡Quién más reinos no hubiera poseído!"
Hermosura: "¡Quién más beldad no hubiera deseado!"
Rico: "¡Quién más riquezas nunca hubiera habido!"
Labrador: "¡Quién más, ay Dios, hubiera trabajado!"
Pobre: "¡Quién más ansias hubiera padecido!"
Mundo: "Ya es tarde; que en muriendo, no os asombre,
no puede ganar méritos el hombre."
Rey: "¿Tú también, tanto baldonas
mi poder que vas delante?
¿Tan presto de la memoria
que fuiste vasallo mío,
mísero mendigo, borras?
Pobre: "Ya acabado tu papel
en el vestuario ahora
del sepulcro iguales somos;
lo que fuiste poco importa."
"La decapitación de San Pablo"
(1887)
Enrique Simonet Lombardo
(Valencia, 1866 - Madrid, 1927)
(Catedral de Málaga)
Hermosura: "¿Ya ignoras
la estimación que me debes
por más rica y más hermosa?
Discreción: En el vestuario ya
somos parecidas todas,
que en una pobre mortaja
no hay distinción de personas.
Rico: ¿Tú vas delante de mí,
villano?"
Labrador: "Deja las locas
ambiciones que, ya muerto,
del sol que fuiste eres sombra."
Pobre: "Dichoso yo, ¡oh, quién pasara
más penas y más congojas,
pues penas por Dios pasadas
cuando son penas, son glorias!"
Mundo: "Y pues representaciones
son aquesta vida toda,
merezcan alcanzar perdón
las unas y las otras."
[Fragmentos tomados de Calderón de la Barca, Pedro: El gran teatro del mundo, Barcelona, Planeta, 1991, 1ª edición, (colección "Clásicos Universales Planeta", nº 202), (edición, introducción y notas de Antonio Rey Hazas y Florencio Sevilla Arroyo), pp. 134]
"Es teatro de farsa el mundo todo"
Quevedo
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