lunes, 3 de agosto de 2015

Era el escritor de un mundo que ya se difuminó

 
Giovanni Papini
(Florencia, 1881 - 1956)
Escritor, poeta, narrador, ensayista, maestro y bibliotecario
 
FIGURAS HUMANAS
Y RETRATOS
 
 
"Para un hijo de hambrientos sólo existe
en el mundo el trabajo y la tierra"
 
"Se casó porque no quería, dijo,
que su sangre fuera sin nombre por el mundo"
 
"Bragia no se preocupaba de política. Lo mismo da, decía, el pobre siempre será pobre y siempre habrá quien mande a pobres y ricos"
 
"En todo el mundo hay cuatro onzas de juicio y dos onzas y media me han tocado a mí. Saque usted la cuenta de lo que queda para los demás"
 
"Según Simone, cada siete generaciones cambia la suerte de las familias: siete pobres, luego siete ricas, y así sucesivamente"
 
"Tuvo tres mujeres y las tres murieron antes que él. Y a este respecto resumía así su experiencia: —La primera mujer la da Dios, la segunda el mundo y la tercera el diablo"
 
 
Giovanni Papini a los 32 años en 1913
 
"Quien quiere paz y provecho,
a cada lobo su lecho"
 
"Quien está en alto no teme asalto"
 
"Quien rueda mundo y no vuelve instruido,
tierra y fruto ha perdido"
 
"Quien se lo hace todo él
  es más rico que un rey"
 
"La edad que precede a la muerte es acaso más bella que la que sigue al nacimiento, pero de una y de otra nos damos cuenta demasiado tarde"
 
"Quien cultiva las flores y ama los libros
no se da cuenta del tiempo"
 
 
La casa de Papini en la Via Ghibellina, nº 115, de Florencia
 
"Se puede vivir, y con mejor salud, sólo con vegetales. El carnivorismo es un nauseabundo residuo de gula y de salvajismo"
 
"La fama es vitalicia, pero la gloria
siempre es póstuma"
 
"El genio no es un don, sino una conquista"
 
"—Ya sabe usted qué mala raza son los críticos —observó—. Un asno alaba al otro y los dos rebuznan contra el león"
 
"Cuando quiero leer de verdad un buen
libro es necesario que lo escriba yo mismo"
 
"La repulsión por los reptiles es uno de los tantos residuos del pecado de nuestros protopadres"
 
"Adán fue la primera y más
desventurada víctima del amor"
 
 
Papini con su sobrina Ana disponiéndose a leerle la correspondencia
 
"Los antiguos —decía— escribían, con sus cálamos de caña, libros de oro; más tarde, con las plumas de oca, libros de acero; luego, los modernos, con el uso de las plumas de acero, han escrito libros de plomo; y ahora, con los plumines de oro, componen libros de barro"
 
"El conde Leopardi divulgó la moda
de la coquetería de las quejas"
 
"Mela, el Jorobado, como verdadero artista,
nunca tenía un céntimo en el bolsillo"
 
"Vivía en el segundo piso de una de aquellas viejas, grises, húmedas, tétricas casas del centro de Florencia donde las escaleras son oscuras, las habitaciones cerradas, los patios tenebrosos y el aire sabe a humo, a cocina, a polvo y a moho"
 
"Sólo un temerario se atreve a juzgar por los síntomas exteriores el corazón del más simple de nuestros hermanos"
 
"En él no hay acidez contagiosa ni veneno de envidia"
 
 
Oriana Fallaci entrevistando a Giovanni Papini en 1953
 
"Esa risa feliz trinante de la inocencia"
 
"A pocos pasos se oía la plata sonora
de una campana pastoril"
 
"Hay que ser ángel para ver a los ángeles"
 
"Viaje: diversidad, posibilidad. Mil veces se ha representado al hombre como peregrino; un peregrino que tiene la culpa por alforjas y la muerte por meta"
 
"La finalidad del poeta es la maravilla"
 
"La muerte es la suprema recompensa de la vida"
 
 
Giovanni Papini tuvo una infancia pobre y solitaria
en la que buscaba el refugio de la biblioteca de su abuelo
 
"John Keats sólo tuvo una Religión:
la religión de la belleza"
 
"Tristán Corbière es un precursor del arte como payasada y no ha llegado al jeroglifismo cinematográfico de los simbolistas"
 
"La auténtica poesía es de todos los tiempos"
 
"El genio se paga perdiendo todo lo demás"
 
"La poesía es intraducible"
 
"Todos, o casi todos, se llaman cristianos y viven como puercos; se dicen socialistas y van a los comedores de lujo con traje de etiqueta; se profesan místicos y frecuentan los burdeles; hacen de moralistas y buscan la manera de estafar un céntimo; presumen de budistas y ambicionan las más estúpidas vanidades del mundo"
 
[Fragmentos tomados de Papini, Giovanni: Figuras humanas y retratos (título original: Figure umane e ritratti stranieri), Barcelona, Plaza y Janés, 1967, 1ª ed., (traducción de José Miguel Velloso), pp. 318]
 
 
Este libro apareció publicado por primera vez en 1940
cuando la II Guerra Mundial estaba comenzando

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