Carlos Bousoño Prieto
(Boal, 1923 - Madrid, 2015)
Poeta, profesor y crítico literario
Premio "Príncipe Asturias de las Letras" en 1995
ALMA SOLITARIA
Mira los aires, alma solitaria,
alma triste que sola vas gimiendo.
Asciende, sube. Amor te espera.
La cima es alta. Escaso el aparejo.
Aleteante, temblorosa y blanca,
te veo subir con retenido esfuerzo.
Hoy llega el sol donde hasta ayer la luna.
Llega la luna donde ayer el cierzo.
Al fin la vida con la luz se aclara.
Al fin la muerte con la luz ya se ha muerto.
¡Cantan las cumbres y los valles! ¡Cantan
los siempre vivos a los nunca muertos!
Cara con cara junto a Dios, escuchas
vibrar los aires y vivir los sueños.
Vida con vida, luz con luz amada,
y cielo, humano, en el amor, con cielo.
Bajar la luz de amor, la luz de vida
lenta en los aires minuciosos siento.
Fundida luz de Dios con luz del alma.
Qué claridad de pronto. Qué silencio.
DESDE LEJOS
Pasa la juventud, pasa la vida,
pasa el amor, la muerte también pasa,
el viento, la amargura que traspasa
la patria densa, inmóvil y dormida.
Dormida, en sueño para siempre, olvida.
Muertos y vivos en la misma masa
duermen común destino y dicha escasa.
Patria, profundidad, piedra perdida.
Piedra perdida, hundida, vivos, muertos.
España entera duerme ya su historia.
Los campos tristes y los cielos yertos.
Sobre el papel escrita está su gloria:
querer edificar en los desiertos;
aspirar a la luz más ilusoria.
Ruinas del pueblo aragonés de Belchite arrasado
por los bombardeos de la aviación republicana en 1937
VEN HACIA MÍ
Algo en mi sangre
espera todavía.
Algo en mi sangre en que tu voz aún suena.
Pero no. Inútilmente yo te llamo.
Aquella voz que te llamaba es ésta.
Ven hacia mí. Mis brazos crecen, huyen
donde los tuyos la mañana aquella.
Ven hacia mí. La tierra toda oscila,
se mueve, cruje. Vístete. Despierta.
Oh, qué encendida el alma
en su secreto puro, si vinieras.
Sin esperanza, entre
la luz del día,
mi voz te llama.
El eco. La respuesta.
Rafael Morales, Vicente Aleixandre y Carlos Bousoño
SOSTÉNME TÚ
Sosténme tú... Sosténme en esta espuma,
en tan dudosa espuma, en tan extraño
vivir, en este sueño, en este engaño,
en esta incertidumbre, en esta bruma...
Pero me voy. Callada, cierta, suma,
me espera la deidad del rostro huraño
y lentamente del vivir me extraño.
Hacia otra ley mi cuerpo que se esfuma.
Y tú, campo de amor... Y tú, levanta
tus ojos ciegos. Mírame de frente.
Yo no soy yo. Mi cuerpo ya me espanta.
Mírame bien. No soy aquél. Enfrente
está ya el mar. No soy, no soy... no canta
nada. No soy... Amor, escucha, tente...
Carlos Bousoño obtuvo el "Premio Nacional de Poesía" en 1990
AMOR
Íbamos de camino,
mi cariño en sus brisas te oreaba.
Tu cabello llevado entre los céfiros
era también como brisa del alma.
Eras también como brisa en la brisa.
¡Qué claridad rumorosa, mis ansias!
¡Oh, transparencia vital que encendía
toda mi vida, cual fuego en luz blanca!
De mi alma entonces salía silvestre
el aire fresco de la madrugada.
Allá dentro, por dentro, ¡qué pura
la caricia amorosa del alba!
¡Qué delicadas nubes se encendían
y qué irisadas aguas!
El mundo era el sonido
y en mi interior sonaba.
José Antonio Muñoz Rojas, Vicente Aleixandre, Leopoldo Panero,
Dámaso Alonso, Carlos Bousoño y José Luis Cano en 1943
DIME QUE ES VERDAD
AQUEL SENDERO
Dime que era verdad aquel sendero
que se perdía entre la paz de un prado,
aquel otero puro que he mirado
yo tantas veces con candor primero.
Dime que era verdad aquel lucero
que se incendia casi a nuestro lado.
Di que es verdad que vale un mundo amado
y un cuerpo roto en un vivir sincero.
Di que es verdad que vale haber sufrido
y haber estado entre la mar sombría;
que vale haber luchado, haber perdido.
Haber vencido a la melancolía,
haber estado en el dolor, dormido,
sin despertar, cuando llegaba el día.
(Poemas escritos por Carlos Bousoño)
De Bousoño recuerdo, especialmente, su magnífico libro "Teoría de la expresión poetica". Se ha ido un hombre sabio. Gracias por traer aquí sus poemas. Saludos cordiales.
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