Don Miguel de Cervantes y Saavedra
(Alcalá de Henares, 1547 - Madrid, 1616)
El escritor más versado en desdichas que en versos, según
confesión propia, fue poeta, novelista, dramaturgo y soldado
HABLA EL PASTOR LENIO
Amor es fuego que consume el alma,
hielo que hiela, flecha que abre el pecho
que de sus mañas vive descuidado,
turbado mar do no se ha visto calma,
ministro de ira, padre del despecho,
enemigo en amigo disfrazado,
dador de escaso bien y mal colmado,
afable, lisonjero,
tirano crudo y fiero
y Circe engañadora que nos muda
en varios monstruos, sin que humana ayuda
pueda al pasado ser nuestro volvernos,
aunque ligera acuda
la luz de la razón a socorrernos.
Yugo que humilla al más erguido cuello,
blanco a do se encaminan los deseos
del ocio blando sin razón nacidos:
red engañosa de sutil cabello
que cubre y prende en torpes actos feos
los que del mundo son en más tenidos.
Sabroso mal de todos los sentidos,
ponzoña disfrazada
cual píldora dorada,
rayo que adonde toca abrasa y hiende,
airado brazo que a traición ofende,
verdugo del cautivo pensamiento
y del que se defiende
del dulce halago de su falso intento.
[...]
Mudo hablador, parlero que enmudece,
cuerdo que desatina,
pura total ruina
de la más concertada alegre vida,
sombra de bien en males convertida,
vuelo que nos levanta hasta la esfera
para que en la caída
quede vivo el pesar y el gusto muera.
Invisible ladrón que nos destruye
y roba lo mejor de nuestra hacienda,
llevándonos el alma a cada paso.
Ligereza que alcanza al que más huye,
enigma que ninguna hay que lo entienda,
vida que de continuo está en traspaso,
guerra elegida y que nace acaso,
tregua que poco dura,
amada desventura,
preñez que por jamás a sazón llega,
enfermedad que al ánima se pega,
cobarde que se arroja al mal y atreve,
deudor que siempre niega
la deuda averiguada que nos debe.
[...]
Lazo donde se enlaza nuestra vida,
señor que al mayordomo pide cuenta
de las obras, palabras e intenciones,
codicia de mil varias pretensiones,
gusano que fabrica
estancia pobre o rica,
do poco espacio habita y al fin muere;
querer que nunca sabe lo que quiere,
nube que los sentidos oscurece,
cuchillo que nos hiere.
Éste es el amor. ¡Seguidle, si os parece!
EL PASTOR SILERIO SE CONSUELA
Gracias al cielo doy, pues he escapado
de los peligros de este mar incierto,
y al recogido favorable puerto,
tan sin saber por dónde he ya llegado.
Recójanse las velas del cuidado,
repárese el navío pobre abierto,
cumpla los votos quien con rostro muerto
hizo promesas en el mar airado.
Beso la tierra, reverencio al cielo,
mi suerte abrazo mejorada y buena,
llamo dichoso a mi fatal destino
y a la nueva sin par blanda cadena,
con nuevo intento y amoroso celo,
el lastimado cuello alegre inclino.
"La pareja de bailarines"
Gerard ter Borch
(Zwolle, 1617 - Deventer, 1681)
Pintor holandés barroco
EL PASTOR TIMBRIO SE CONFIESA
Por sola tu bondad te adoro y quiero,
atraído también de tu belleza,
que fue la red que Amor tendió primero
para atraer con rara sutileza
al alma descuidada libre mía
al amoroso nudo y su estrecheza.
Aro en el mar y siembro en la arena
cuando la fuerza extraña del deseo
a más que a contemplarte me condena.
Tu alteza entiendo, mi bajeza veo,
y en extremos que son tan diferentes
ni hay medio que esperar ni le poseo.
EL PASTOR DAMÓN SE QUEJA
El vano imaginar de nuestra mente,
de mil contrarios vientos arrojada
acá y allá con curso presuroso;
la humana condición, flaca, doliente,
en caducos placeres ocupada,
do busca sin hallarlo algún reposo;
el falso, el mentiroso
mundo, prometedor de alegres gustos;
la voz de sus sirenas,
mal escuchadas apenas
cuando cambia su gusto en mil disgustos;
la Babilonia, el caos que miro y leo
en todo cuanto veo;
el cauteloso trato cortesano
junto con mi deseo,
puesto han la pluma en la cansada mano.
"Compañía feliz"
Gerard van Honthorst
(Utrecht, 1590 - 1656)
Pintor flamenco influido por Caravaggio
DELIRA EL PASTOR ELICIO
Yo ardo y no me abraso, vivo y muero,
estoy lejos y cerca de mí mismo,
espero en solo un punto y desespero,
súbome al cielo, bájome al abismo,
quiero lo que aborrezco, blando y fiero
me pone en el amaros paroxismo,
y con estos contrarios, paso a paso,
cerca estoy ya del último traspaso.
TEOLINDA SE RINDE
Ya la esperanza es perdida
y un solo bien me consuela:
que el tiempo, que pasa y vuela,
llevará presto la vida.
REFLEXIONA GRISÓSTOMO
Mata un desdén, aterra la paciencia,
o verdadera o falsa, una sospecha,
matan los celos con rigor más fuerte,
desconcierta la vida larga ausencia,
contra un temor de olvido no aprovecha
firme esperanza de dichosa suerte.
En todo hay cierta, inevitable muerte,
mas yo, milagro nunca visto, vivo
celoso, ausente, desdeñado y cierto
de las sospechas que me tienen muerto.
DON QUIJOTE FILOSOFA
¿Quién menoscaba mis bienes?
Desdenes.
¿Y quién aumenta mis duelos?
Los celos.
¿Y quién prueba mi paciencia?
Ausencia.
De ese modo, en mi dolencia
ningún remedio me alcanza,
pues me matan la esperanza
desdenes, celos y ausencia.
¿Quién me causa este dolor?
Amor.
¿Y quién mi gloria repugna?
Fortuna.
¿Y quién consiente en mi duelo?
El cielo.
De ese modo, yo recelo
morir de este mal extraño,
pues se aumentan en mi daño
amor, fortuna y el cielo.
¿Quién mejorará mi suerte?
La muerte.
Y el bien de amor, ¿quién le alcanza?
Mudanza.
Y sus males, ¿quién los cura?
Locura.
De ese modo, no es cordura
querer curar la pasión
cuando los remedios son
muerte, mudanza y locura.
AMONESTA DON LUIS
No alcanzan perezosos
honrados triunfos ni victoria alguna,
ni pueden ser dichosos
los que, no contrastando a la fortuna,
entregan, desvalidos,
al ocio blando todos los sentidos.
DON LORENZO DE MIRANDA AÑORA
No quiero otro gusto o gloria,
otra palma o vencimiento,
otro triunfo, otra victoria,
sino volver al contento
que es pesar en mi memoria.
Si tú me vuelves allá,
Fortuna, templado está
todo el rigor de mi fuego
y más si este bien es luego,
sin esperar más será.
MEDITA CERVANTES
El bien les viene a algunos de repente,
a otros poco a poco y sin pensarlo
y el mal no guarda estilo diferente.
El bien que está adquirido, conservarlo
con maña, diligencia y con cordura
es no menor virtud que el granjearlo.
Tú mismo te has forjado tu ventura
y yo te he visto alguna vez con ella,
pero en el imprudente poco dura.
La diosa Fortuna con el dios Ponto a sus pies
(Museo Nacional de Historia en Constanza)
(Rumanía)
CIPIÓN CONCLUYE
La blanda Venus con el duro Marte
jamás hacen durable ayuntamiento:
ella regalos exige; él sigue el arte
que incita a daños y a furor sangriento.
La cipria diosa estáse ahora aparte,
deje su hijo nuestro alojamiento,
que mal se aloja en las marciales tiendas
quien gusta de banquetes y meriendas.
EL JUEZ DICTA SENTENCIA
Entre casados de honor
cuando hay pleito descubierto
más vale el peor concierto
que no el divorcio mejor.
Donde no ciega el engaño
simple en el que algunos están,
las riñas de por San Juan
son paz para todo el año.
UN SOLDADO CAVILA
Siempre escogen las mujeres
aquello que vale menos,
porque excede su mal gusto
a cualquier merecimiento.
Ya no se estima el valor
porque se estima el dinero,
pues un sacristán prefieren
a un roto soldado lego.
CERVANTES SE BURLA
De una intrincada y mal compuesta prosa,
de un asunto sin jugo y sin donaire,
cuatro novelas disparó Pedrosa.
Silbando recio y desgarrando el aire,
otro libro llegó de Rimas solas,
hechas al parecer como al desgaire.
Violas Apolo y dijo cuando violas:
"Dios perdone a su autor, y a mí me guarde
de algunas rimas sueltas españolas."
AL INSIGNE JUAN YAGÜE DE SALAS
De Turia el cisne más famoso hoy canta
y no para acabar la dulce vida,
que en sus divinas obras escondida
a los tiempos y edades se adelanta.
Queda por él canonizada y santa
Teruel, vivos Marcilla y su homicida,
su pluma, por heroica conocida,
en quien se admira el cielo, el suelo espanta.
Su doctrina, su voz, su estilo raro,
que por tuyos, oh Apolo, reconoces,
según el vuelo de sus bellas alas,
grabadas por la Fama en mármol paro
y en láminas de bronce, harán que goces
siglos de eternidad, Yagüe de Salas.
Retrato de Felipe II, rey de España
(1565)
Sofonisba Anguissola
(Cremona, 1535 - Palermo, 1625)
(Museo del Prado en Madrid)
AL TÚMULO QUE SE LEVANTÓ EN SEVILLA A LA MUERTE DE FELIPE II
"Voto a Dios que me espanta esta grandeza
y que diera un doblón por describirla,
porque: ¿a quién no suspende y maravilla
esta máquina insigne, esta braveza?
Por Jesucristo vivo, cada pieza
vale más que un millón, y que es mancilla
que esto no dure un siglo, oh gran Sevilla,
Roma triunfante en ánimo y riqueza.
Apostaré que la ánima del muerto,
por gozar este sitio, hoy ha dejado
el cielo del que goza eternamente."
Esto oyó un valentón y dijo: "¡Es cierto
lo que dice voacé, señor soldado,
y quien dijere lo contrario miente!"
Y luego, incontinente,
caló el chapeo, requirió la espada,
miró al soslayo, fuese y no hubo nada.
[Poemas escritos por Miguel de Cervantes y publicados en un libro antológico titulado Poesía, Barcelona, Planeta/Seix-Barral, 2015, 1ª edición, (colección Austral, nº 857), (selección e introducción de José Manuel Caballero Bonald), pp. 315]
La valiosa "Colección Austral" de la editorial Espasa-Calpe
ahora pertenece al sello Seix-Barral adquirido por Planeta
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