AULARIO DE SECRETARIADO
Allí, el lugar donde pasó que te aguardaba
hasta que salieras de clase, sigue en el mismo
sitio. La puerta de cristal enorme, la entrada
que se abre a un patio cubierto y concurrido.
Los azulejos sienas, la altura de dos pisos,
el brillo del esmalte. Todo ahora en calma,
porque no ha comenzado el curso y los chicos
no arman jaleo con sus energías renovadas.
Constato la soledad inmóvil del edificio
a la par que nuestros cuerpos se han ido alejando
el uno del otro y los dos de aquel momento
y espacio. Allí están todavía los pasillos
por los que alegre venías a mí, acelerándome
el pulso, pero el amor dura menos que el cemento.
Pabellón de estudios técnico-administrativos
IES Felo Monzón Grau-Bassas
Tafira
Gran Canaria
Un poema precioso, triste pero precioso.
ResponderEliminarGracias, pero yo lo encuentro torpe, porque es más lo que sentía que lo que logré escribir.
ResponderEliminarSi tuviera que preguntar con respecto al último verso diría, ¿de qué edificio?. No todos los forjados afianzan igual, ni todos los amores se desvanecen tan rápido.
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