Claudia Schiffer
(Rheinberg, 1970)
MEIN LIEBSTER SCHATZ
Se me está escapando la vida de las venas.
Pierdo la cualidad auditiva y la visión.
Mi poca energía hace cada día agotador,
pero cuando te acercas a mí, se van mis penas.
Te recuerdo entre un vaho de brumas y sedas.
Diriges hacia mí una bala al corazón:
el impacto erótico, la brutal colisión
de cada gesto facial con el que me encadenas.
Portas la sangre bárbara que asoló a Roma.
Eres el vigor con el que la vida se renueva.
Volviste a mí como una chiquilla mimosa
y te marchaste sin que importara cómo quema
saberte huir convirtiéndome en ceniza. Ahora
no te vayas nunca y déjame morir en tus piernas.
No entiendo por qué dejaste de escribir poesía.
ResponderEliminarSon dos pérdidas, una para tí, porque la prosa no alcanza a expresar los sentimientos con tal profundidad, y otra para los que querríamos leerte embobados cada día