domingo, 11 de septiembre de 2011

A todos los que anhelan recompensas en el mundo


Tiberius Sempronius Gracchus
(Roma, 164 - 133 a. C.)

TIBERIO SEMPRONIO GRACO 

Obtuve la corona mural por mi valor
al ser el primero en escalar las murallas
de Cartago en la victoriosa guerra púnica.



Ruinas cartaginesas en Túnez


 Mi primo Escipión fue testigo del honor
con que me batí por la patria de mis ilustres
antepasados. Luché después calle por calle,
casa por casa, a hierro y fuego y salí vivo. 



Publio Cornelio Escipión Emiliano
(Roma, 185 - 129 a. C.)


Celebramos un gran triunfo en la Vía Sacra
y me sentí henchido, con el alma alígera
por tanta magnificencia nunca vista antes
en el Capitolio. Negocié una rendición
en Numancia para salvar a nuestros soldados.



Restos arqueológicos numantinos

De camino hacia Hispania vi en Etruria
los campos abandonados por las pobres viudas
de los legionarios y ejércitos de esclavos
explotados en ellas. Intenté que mi madre
Cornelia estuviera orgullosa de su prole. 



Cornelia con sus hijos Tiberio y Cayo 


Defendí entregar tierras a los ciudadanos
y creí que la justicia y mi sacrificio
por la República arrojarían resultados. 



Los Gracos


Esperé iluso la gratitud de la ciudad
por la que todo lo hice y tan en peligro
estuve, pero la turba me pagó con odio
tras matarme a palos arrojándome al Tíber.



El río Tíber a su paso por la ciudad eterna

No hay comentarios:

Publicar un comentario