Publio Virgilio Marón
(Publius Vergilius Maro)
(Mantua, 70 a. C. - Brindisi, 19 a. C.)
El poeta clásico por excelencia según Thomas Stearns Eliot
LAUDATIO
VITAM AGRICOLAE
"Felix, qui potuit rerum cognoscere causas,
atque metus omnes et inexorabile fatum
subiecit pedibus strepitumque Acherontis avari.
Fortunatus et ille, deos qui novit agrestes,
Panaque Silvanumque senem Nymphasque sorores:
illum non purpura regum
flexit et infidos agitans discordia fratres
aut coniurato descendens dacus ab Histro,
non res Romanae perituraque regna, neque ille
aut doluit miserans inopem aut invidit habenti;
quos rami fructus, quos ipsa volentia rura
sponte tulere sua, carpsit, nec ferrea iura
insanumque forum aut populi tabularia vidit.
"Monjes y labradores en Roma"
Benno Friedrich Tormer
(Alemania, 1804 - 1859)
Sollicitant alii remis freta caeca ruuntque
in ferrum, penetrant aulas et limina regum;
hic petit excidiis urbem miserosque Penatis,
ut gemma bibat et Sarrano dormiat ostro;
condit opes alius defossoque incubat auro;
hic stupet atonitus rostris; hunc plausus hiantem
per cuneos, geminatus enim plebisque patrumque,
corripuit; gaudent perfusi sanguine fratrum,
exsilioque domos et dulcia limina mutant
atque alio patriam quaerunt sub solem iacentem.
Agrícola incurvo terram dimovit aratro:
hinc anni labor, hinc patriam parvosque nepotes
sustinet, hinc Armenta boum meritosque iuvencos."
(Virgilio: Geórgicas, Libro II, Versos 490 - 515)
"Virgilio leyendo la Eneida a Octavia, Livia y Augusto"
Jean-Baptiste Wicar
(Lille, 1762 - Roma, 1834)
ELOGIO A LA VIDA
DEL LABRADOR
"Feliz quien pudo conocer las causas de las cosas hollando los terrores del hado inexorable y el estruendo raptor del Aqueronte. Dichoso también aquél que conoce a los dioses del campo, Pan y el viejo Sileno y las Ninfas, sus hermanas. A él no le conmueven las fasces populares ni la púrpura de los reyes o la discordia que arrastra a los hermanos desleales ni el dacio que desciende por el Danubio alzado en conspiración, ni los asuntos de Roma, ni los reinos llamados a perecer. Éste no sufre con la compasión por el pobre ni con la envidia del que tiene. Echa mano de los frutos que las ramas o los propios campos le ofrecen benévola y voluntariamente, y no conoce las leyes de hierro, la locura del foro ni los archivos públicos.
Con mis hijos César y Rubén junto al monumento
dedicado a Virgilio en sus ciudad natal de Mantua
Otros atosigan con remos los mares ciegos y se abalanzan sobre las espaldas; se meten en los umbrales y las cortes de los reyes. Éste lleva a la perdición a una ciudad y a sus desgraciados penates, con tal de beber en rubíes y dormir en púrpura de Sarra; otro esconde riquezas y duerme sobre el oro que ha enterrado. Éste se queda estupefacto en los Rostras, a aquél, boquiabierto, le sobrecogió el aplauso de los bancos, el doble aplauso de la plebe y de los padres. Disfrutan manchándose con la sangre de los hermanos y cambian con el destierro sus casas y dulces umbrales, y buscan una patria ubicada bajo otro sol. El labrador separa la tierra con el arado corvo: de ahí le viene el trabajo del año, de ahí sustenta a su patria y a sus nietos, de ahí, sus manadas de bueyes y los novillos a los que apacienta."
(Traducción de Bartolomé Segura Ramos)
Sepulcro de Virgilio en el Parque de la Gruta de Posillipo
(Nápoles)
Precisamente anoche empecé a leer la novela "Augusto fulminante" de Alain Nadaud, que trata del final de la vida de Virgilio, ese gran poeta que nos funda. Maravillosa Mantua. Saludos cordiales y a disfrutar de esa ciudad tan bella.
ResponderEliminarGrazie mille, Isabella.
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