jueves, 11 de julio de 2013

Madre, no estés triste: la verdadera vida llegará

 
María Déniz Sánchez
(Teror, 1/12/1931 - Tafira, 16/10/1992)
 
EL ÚLTIMO REGALO
DE MI MADRE
 
La buganvilla que me diste para plantarla
hace tiempo que no luce en aquella esquina
donde las flores malvas al brotar descubrían
un rincón feliz festoneado de guirnaldas.
 
 
 
Se convirtió en un esqueleto con espinas,
de manera que me hice sangre al cortarla.
Hace mucho que ya no crece donde estaba,
aunque vive para quien la añora e imagina
 
 
 
que la verá si vuelve a visitar la casa
que ha cambiado, y aun así, reconocerías.
He envejecido y me alegra que esta cara,
 
 
 
tan decrépita, por ti no haya sido vista.
Me oxido al paso que tus huesos se degradan.
No pude frenar tu adiós, ni tú que te siga.

 
 

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