El metraje fue rodado en Nueva Gales del Sur,
territorio situado al sureste de Australia
HACKSAW RIDGE
(HASTA EL ÚLTIMO HOMBRE)
(2016)
Excelente película dirigida por Mel Gibson a la que no se
le puede poner ningún reproche. Alguien podría pensar que tal vez se exageró el
heroísmo del protagonista, y tal vez tenga razón, pero el arte cinematográfico
exige la hipérbole. Realmente, la única concesión criticable de este film pudiera
ser la inverosímil supervivencia del personaje Desmond Doss cuando se introduce
por un túnel y no logran detectarlo los japoneses, así como el consabido “tiro
al plato” cuando el punto de vista se centra en un bando y el enemigo parece
prestarse simplemente a servir de blanco.
Mel Gibson
(Nueva York, 1956)
Realiza tan bien su labor de dirección que parece como
si hubiera estado rodando películas durante medio siglo
Mel Gibson ha sabido demostrar
que no es sólo un actor renombrado. Ahora que la edad comienza a pesarle (tiene
ya 61 años), decide ponerse tras la cámara dirigiéndola con presteza. El guion
le ayuda porque la estructura de la historia es de una sencillez sin
rebuscamientos. Digamos que la narración se divide en tres partes: la primera
trata de la vida civil de dos hermanos antes de su reclutamiento voluntario; la
segunda versa sobre su instrucción militar; y la tercera parte (que abarca la
segunda mitad de la película) se centra sobre la guerra entre americanos y
japoneses por tomar la isla de Okinawa como antesala y base de operaciones para
poder atacar o defender al propio Japón.
El trabajo hecho a partir de un guion escrito por Andrew Knight y Robert Schenkkan no defrauda ninguna expectativa que pudiera generarse
Una prueba infalible de la amenidad
de esta película es que sus 139 minutos de duración no se notan. No pesan. En
ningún momento la cinta se hace larga. Mel Gibson ha tenido el detalle de no
escatimar el meollo del asunto sin irse por recovecos sentimentales, jurídicos
o de la vida civil que el aficionado al género bélico rehúsa. Lo que quiere el
espectador de este tipo de cine es ver cómo se desarrolla en verdad la guerra
desde dentro, y todo ello con la ventaja catártica y la sensación de alivio de
no estarla padeciendo en su butaca. En este largometraje hay sangre, gusanos, ratas,
carne carbonizada, amputaciones, degüellos, disparos, bombas, lanzallamas,
artillería naval, explosiones, proyectiles y acción a mansalva. Nadie que
busque acción saldrá decepcionado.
Ojalá todas las películas que se hacen fueran tan buenas como ésta
Desde el punto de vista artístico
hay que resaltar el papel que juega el color de la fotografía. Su tono
amarillento le confiere un aire de época capaz de evocar la década de los
cuarenta. Maravilloso. Completamente acertado. Para colmo, y como es habitual
en el cine anglosajón, el elenco de actores realiza un trabajo memorable.
Especialmente Hugo Weaving realizando el papel secundario de un padre
maltratador y borracho. Logra sobresalir por encima de los demás en talento
dramático hasta el punto de convertirse en un personaje principal. Andrew Garfield
encarna al objetor de conciencia Desmond Doss que, por motivos religiosos,
aunque quiere servir a su país y alistarse, considera que no debe empuñar un
fusil. La actuación que despliega es tan buena que incluso recuerda al añorado
James Stewart con su sonrisa bonachona y entrañable.
Andrew Garfield
(Los Ángeles, 1983)
Consigue hacer simpático su personaje desde el primer instante
Teresa Palmer interpreta a
Dorothy Schutte, la novia de Desmond Doss, de una forma increíble y milagrosa,
pues su porte, peinado, vestido, ademanes y belleza parecen salidos directamente
de una revista de “Pin-ups” para los soldados que iban embarcados a la guerra
del Pacífico. Vince Vaughn llena de vida a un sargento Howell con una
convicción absoluta y Sam Worthington se mete en la piel del capitán Glover de
manera tan creíble que parece real y no una actuación.
Teresa Palmer
(Adelaida, Australia, 1986)
El espectador se enamora de ella nada más verla aparecer
El título de la película, “Hacksaw
ridge”, que se podría traducir como “La cresta del acantilado”, tiene que ver
con el hecho que refleja la pantalla: los marines estadounidenses tuvieron que
subir en oleadas una y otra vez un risco escarpado de rocas para intentar
derrotar a los japoneses que les esperaban ocultos una vez que la escalaban.
Los bombardeos de la Marina trataban de paliar las bajas americanas
preparándoles el terreno, pero el hecho de cavar túneles y cuevas conseguía que
sobrevivieran tantos soldados nipones que la carnicería alcanzó proporciones
dantescas.
Vince Vaughn
(Mineápolis, Minnesota, 1970)
Su papel rinde pleitesía al del sargento instructor Hartman del filme "Full metal jacket" dirigido por Stanley Kubrick en 1987
Se calcula que murieron más de 130.000 combatientes, de los cuales más
20.000 caerían por el bando norteamericano y unos 110.000 por el del Imperio
del Sol. Si a esto se le suman los muertos de la población que habitaba la
isla, la cifra supera los 250.000 muertos. Mel Gibson se centra en los momentos
posteriores a la operación anfibia buscando denunciar el horror de la guerra y homenajeando
las heroicas tareas de rescate llevadas a cabo por el primer objetor de
conciencia en la historia del ejército de los Estados Unidos.
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
Quién diría que el enemigo de ayer, Japón, se iba a convertir en el mayor y mejor aliado de hoy en la zona para los Estados Unidos
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