JACQUES DE MOLAY
Tuve una flota de bajeles y puertos privados,
una franja de tierras en el contorno de París
y un ejército de hombres dispuestos a morir
por reconquistar para la Cruz los lugares sagrados.
Custodié un tesoro y mi Orden fue el mayor banco
de Europa. El rey fue mi deudor y no me sometí
ni siquiera a la potestad del Vaticano. Viví
el éxito de tomar Jerusalén con mis soldados.
Y ahora heme aquí, engañado por el Papa
y Felipe IV de Francia. Me hicieron venir
de Chipre con la excusa de una nueva cruzada
para luego detenerme y obligarme a mentir
bajo tortura. Para robar la fortuna templaria
arderé en la hoguera y se harán con el botín.
Jacques Bernard de Molay
(Vitrey, 1240 - París, 1314)
fue incinerado vivo en una pira
Placa conmemorativa en el lugar donde fue quemado
El Gran Maestre ardió delante de la catedral de Notre-Dame
(Ilustración de Carlos Fonseca)
Los turistas pasamos despreocupados por el lugar
y no hay una estatua que lo recuerde,
tal vez porque fue una felonía cometida
por el rey Felipe IV y el Papa Clemente V
Desconocía esta parte de la historia.Gracias por acercármela, Andrés.
ResponderEliminarY agradezco tu comparación entre mis versos y los de Pizarnik.Es un orgullo para mí que vengan de parte tuya,un gran conocedor de la literatura.
Un abrazo!