miércoles, 19 de agosto de 2009

Johan Neeskens



EL GUERRERO INFATIGABLE

Mariscal dominador de los cuatro puntos cardinales
sobre el terreno de juego. León voraz en campaña,
listo para ir a socorrer todos los puestos con los sables
siempre brillantes de sus botas envueltos en cintas blancas.



Entendía el fútbol como una serie de batallas
arengando a las huestes de su ejército, dando aire
a la línea media, parapetándose en el área,
gastando la pólvora de sus cañones en el ataque,



batiéndose a duelo con quien le saliera al regate,
celebrando goles inolvidables, luciendo el penacho
del escudo blaugrana como ariete y estandarte



que ascender a la gloria sobre doblegados rivales.
Héroe del Ájax, dios del Barça y azote de los blancos,
sellaba el césped dejando la impronta de su coraje.


Johan Neeskens disponiéndose a dar un pase largo

Luciendo el color amarillo de la bandera catalana que coincide con el de la camiseta de la Unión Deportiva Las Palmas y la de Brasil. Sólo los jugadores más grandes han llevado esta elástica en un estadio

Johannes Jacobus Neeskens

(Heemstede, 1951)


PALMARÉS

Campeón de Europa 3 veces (1971, 1972 y 1973) con el Ájax

Campeón de la Supercopa de Europa en 1972 con el Ájax

Campeón de la Copa Intercontinental en 1972 con el Ájax

Campeón de la Recopa de Europa en 1979 con el Barça

Subcampeón del mundo con Holanda en 1974 y 1978

Tetracampeón de Liga en los Países Bajos con el Ájax

Campeón de Liga (1974) y Copa (1978) con el Barça

Marcó 5 goles en los dos Mundiales que jugó con Holanda

Con la selección holandesa, la famosa "naranja mecánica", participó en 49 encuentros oficiales y realizó 17 goles

En el Barça estuvo 5 temporadas, disputó 232 partidos y anotó 57 goles, a pesar de no ser un delantero, sino un centrocampista ofensivo, batallador, cerebral y técnico.

1 comentario:

  1. Te felicito por esta publicación. Johan II como se le denominó fue dentro del terreno de juego un modelo a seguir por gran parte de los aficionados que en aquella época tenían entre 12 y 20 años.
    Recuerdo que se fue llorando del Barça, porque llegó a sentir verdaderamente los colores como propios.
    Siempre le admiré como deportista y, como futbolista, no hay duda, sentó cátedra.

    Cesc.

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