lunes, 18 de abril de 2011

Un mensaje de amor a través de eras lejanas


Espermatozoides aproximándose a un óvulo

ATRACCIÓN MITOCONDRIAL

Como dos bacterias surtas bajo la corteza terrestre
juraron amarse, a pesar de ser autosuficientes,
desde hace millones de años nos atrajeron nuestros
fluidos emitiendo espontáneos impulsos eléctricos.


Amebas poseedoras de información genética fundamental

Nos prometimos amarnos en aquel entorno salvaje,
deseábamos absorbernos en dual fagocitosis.
Durante todo este tiempo de eras interminables
nos fuimos desdoblando por obra de la partenogénesis


División celular

con la ilusión de llegar algún día a enlazarnos.
El precio a pagar sería que el momento de la unión
duraría un instante, un soplo en el extrarradio


Espermatozoide atravesando la membrana ovular

de algún punto perdido del universo. Éramos dos
organismos unicelulares que se hicieron parásitos
el uno del otro, como virus en mutua absorción.


Óvulo fecundado en fase de mórula inicial

1 comentario:

  1. Qué interesante.me ha encantado y además es muy instructivo.
    Un saludo.

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