Whitney Elizabeth Houston
(New Jersey, 1963 - California, 2012)
SHE
WILL ALWAYS BE TRUE
Aquí estoy. En la habitación de un
hotel
de lujo en Beverly Hills. Los
bordes de la moqueta
junto a la pared no pueden ocultar
la mugre
que se incrusta en las fisuras.
¿Qué personajes
célebres habrán pasado por este
mismo cuarto?
¿Qué parejas clandestinas en la
cumbre del éxito
habrán disfrutado del amor sobre
este lecho?
Whitney irrumpió en el panorama musical con la fuerza arrolladora de las prodigiosas cuerdas vocales que poseía en su juventud
Una vez también mi ex Bobby Brown
y yo conocimos
ese sabor. Lo teníamos todo. Era
nuestro
el mundo. Y de aquella borrachera
de fama,
ambición, dinero y derroche nació
nuestra hija
que hoy vive su vida. Apenas me
necesita,
se ha hecho mayor. Mañana debo
acudir
a una entrega de premios Grammy como artista
invitada. Todos esperan a quien
represento,
porque la que va quedando de mí
perdió la voz.
Me pregunto cómo pude subir a un
escenario,
cómo tuve una vez la fe y el
optimismo
de creer en mí misma. Percibo una
fluidez
plácida recorriéndome el torrente
sanguíneo.
Los problemas se ven con lentitud
pausada cuando
te tomas varios calmantes. Ahora
que enfilo
la última etapa de la vida siento
terror.
Me abuchearon en mis últimas
actuaciones,
no recordaba siquiera la letra de
los temas,
me fui convirtiendo poco a poco en
un fraude.
Bebo para olvidarlo. Me inyecto
heroína
para que no me importe. Esnifo
polvo blanco
para armarme de valor. Fumando
marihuana
logro evadirme. Nunca estuve
inspirada:
jamás compuse ninguna canción. Fui el
icono
de una década que se marchó. Mi
papel era
poner la voz. No puedo disimular el
declive.
Whitney ha sido la artista más galardonada de la Historia
Es realmente duro afrontar la
vejez cuando todo
cambia y va tan veloz. Ya no se
venden mis discos.
Produzco películas para mantener
el ritmo
de gastos en que estoy atrapada.
Es una incógnita
si me responderá el público en la
taquilla.
Las descargas ilegales en la red
han supuesto
un desastre ruinoso en mi estatus
de diva.
La piratería informática ha
fulminado
mis ingresos. Encima, la merma de
facultades
convierten en irreal el caché que
cobro. Estoy
tan sola y me porto de modo tan
irresponsable
que no tengo a mano, lo olvidé, ni
un retrato
con seres queridos para mirarlo y
consolarme.
El agua tibia de la bañera que
está llegando
al cuello me acoge con
hospitalidad simbiótica.
Ingiero dos pastillas más y
absorbo un poco
del líquido que me envuelve.
Siento un karma vacuo
y mi cuerpo resbalar, lentamente,
deslizándose.
Cierro los ojos y veo focos que me
deslumbran,
mientras canto fuerte al gran
momento en el tiempo
cuando fui reina del pop en el clímax
de la gloria
y me parece que por fin voy a
salir de nuevo,
bajo un telón que sube, al aplauso
y a la luz.
Whitney Houston: the light that drugs have turned off
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