NOTICIA
El fuego lleva arrasadas 50.000 hectáreas de monte bajo en la comarca de Lasteña. La policía cree que el fuego se ha originado desde varios focos. Hasta el momento sólo hay dos detenidos: un hombre que se encontraba quemando rastrojos en una finca de su propiedad, sin permiso ni medidas cautelares pertinentes; y otro que se hallaba realizando una barbacoa al aire libre en una zona no autorizada por el gobierno local.
Los vecinos afectados, que en algunos casos han perdido sus hogares devorados por las llamas, denuncian el retraso de varias horas que fueron decisivas en la actuación de los bomberos. La descoordinación, los recortes en plantilla y materiales, e incluso la falta de prevención, han sido las causas esgrimidas por el responsable del centro coordinador de emergencias de la comunidad lasteñana. Por su parte, el portavoz del sindicato de los servicios de extinción contraincendios ha señalado que no se deben disminuir las dotaciones económicas en este ámbito para que no se repitan desastres ecológicos de tal gravedad.
Los telediarios han insistido sobre todo en esta coletilla:
"Para que hechos como éste no vuelvan a producirse más"
REALIDAD
El jefe de la "Corona Sagrada Unida" dio la orden de comprar terrenos rústicos protegidos en Lasteña para introducir su organización criminal en el país haciendo negocios. Precisamente por no ser urbanizables su precio de compra fue muy bajo. A continuación procedieron como siempre: cinco esbirros fueron muy bien pagados por iniciar el fuego y guardar silencio en el caso de que a cualquiera de ellos le correspondiera ir a la cárcel. El territorio calcinado, que incluye varias viviendas arrasadas, luego tendrá que ser recalificado y vuelto a construir con un nuevo plan urbanístico.
Viñeta de Andrés Rábago García, "El Roto"
(Madrid, 1947)
Esta operación libera territorio inmovilizado por las leyes protectoras medioambientales y multiplica su valor. A partir de entonces se podrán construir casas u hoteles, almacenes o centros de ocio. Una parte de los beneficios irá destinada a pagar sobornos para que los apagafuegos retrasen su intervención, la policía destruya o manipule pistas y los jueces dejen en libertad al chivo expiatorio de los pirómanos cuando haya cumplido una décima parte de su condena y la opinión pública se haya olvidado del asunto.
El presidente del gobierno español viendo cómo se quema
la nación que está exprimiendo rodeado de guardaespaldas
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