jueves, 18 de julio de 2019

El filósofo que negó la inmortalidad del alma

 
 
Επίκουρος
(Isla de Samos, 341 a. C. - Atenas, 270 a. C.)
Filósofo hedonista y racional
(Museo Metropolitano de Arte en Nueva York)
  
EPICURO
 
"Su interés por la inquisición propia del filosofar parece haberse despertado a los catorce años cuando despreció a  sus maestros de letras después de que fueran incapaces de explicarle el sentido del caos en Hesíodo"
 
"A pesar de lo que debía a los libros de Demócrito, le gustaba proclamarse autodidacto"
 
"Su primer maestro de filosofía
fue Pánfilo, un platónico"
 
"La filosofía epicúrea se distingue por un claro rechazo de los postulados básicos del platonismo. Frente a la duplicidad de mundos, el sensible y el inteligible, el terrenal y el ideal, Epicuro afirmará la existencia de una única realidad, la sensible, y de un único conocimiento auténtico, el garantizado por los sentidos corporales"
 
"Epicuro sostendrá que el alma es también cuerpo, y que perece, como todo lo corpóreo, al disgregarse los átomos que la componen"
 
"Epicuro predica una moral relativa en la que el bien no es algo en sí, trascendente, sino que está referido al placer humano, y deja de preocuparse por la consecución de un orden justo para toda la sociedad"
 
"El sabio amará la campiña, decía Epicuro"
 
"Epicuro sentía un entusiasmo sincero
por los goces que cada día nos regala"
 
"Para Epicuro la filosofía es una actitud personal, una actividad que proporciona felicidad a la vida y aporta salud al alma. El filosofar es una praxis ineludible"
 
"También para Sócrates la filosofía era una terapia del alma en medio de una sociedad enferma de falsos ideales y de creencias irrazonadas"
 
 

"Los que califican al alma de incorpórea disparatan"
 
"El filósofo se sobrepone a los dolores del ánimo, a las angustias, temores, inquietudes, e incluso a los dolores de la carne, mediante la fortaleza de su disposición anímica. Practica un arte de vivir que le da una existencia serena, una eudaimonía (felicidad) constante que rivaliza con la felicidad de los dioses"
 
"Como Sócrates, Epicuro desdeña la opinión general, la doxa popular, a la que califica de enfermedad sagrada. Y no pretende tampoco la popularidad de su doctrina: jamás pretendí agradar a la muchedumbre, porque lo que a ella le complace yo lo desconozco, y lo que yo sé está bien lejos de su entendimiento"
 
"En relación con lo que por naturaleza es suficiente, toda adquisición es riqueza; pero en relación con los deseos ilimitados, la mayor riqueza es pobreza"
 
"Al sabio lo caracteriza la serenidad del espíritu"
 
"Las causas de la infelicidad cotidiana y general de los hombres radica en las vanas opiniones. Son las vanas opiniones, los vanos e ilimitados deseos y las vanas palabras y promesas, lo que arrastra a los insensatos a una existencia desasosegada y atormentada por mil vanos fantasmas"
 
"La paideia (cultura) como repertorio de ideales y normas de conducta es rechazada por Epicuro como algo superfluo para la felicidad individual"
 
"Al rechazar el triunfo social y la competencia en el empeño por ser el mejor (el viejo ideal de la ética aristocrática cantado ya por Homero), Epicuro rechaza una de las bases de la moral tradicional. A este sentir responde el famoso eslogan epicúreo del lathe biosas (pasa desapercibido)"
 
"El sabio, según Epicuro, no hará política. Para conseguir la serenidad es un estorbo el preocuparse en ese terreno: Hay que liberarse de la cárcel de los intereses culturales y de la política"
 
"Epicuro no creyó en el mito del salvaje feliz ni en la mayor felicidad de los tiempos pasados"
 
"La sociedad era para Epicuro una fábrica de vanas opiniones que amenazaban la dicha personal al someterla a la conquista del honor y las riquezas, al esclavizar la conducta humana en aras de unos ideales competitivos que no traían consigo ni el placer del cuerpo ni la serenidad del ánimo"
 
(Fragmentos tomados de García Gual, Carlos: Epicuro,
Madrid, Alianza Editorial, 2013, 3ª edición, pp. 347)
 
"El placer es un bien connatural o congénito (syngennikón) a toda criatura animal, y el hombre se conforma así a una norma universal al buscar la felicidad en el placer"

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