sábado, 4 de abril de 2009

Fulgor, resurrección y goleada del Teror


Juan José, Fran, David C., Carlos, David G., Marco Antonio, Claudio, Axel.
Agachados: Rayco, Jorge, Javier, Andrés, Rubén y Alejandro.

C.F. SAN MATEO 1 - U.D. TEROR 4

Amaneció el día con el cielo cubierto y los peores augurios para un Teror visitante que había perdido en la ida por 2 a 3 contra el San Mateo. Pero la mañana se fue despejando, salió el sol para la UD Teror y el CF San Mateo permaneció nublado. El partido resultó ser como una fuente luminosa con goles de todos los colores para nosotros y uno solo, triste y paupérrimo, para el equipo representativo de Tinámar. Tras tantos días de lluvia como hemos padecido, surgió un arco iris de festival futbolístico y el estadio se convirtió en una fiesta donde a cada tanto nuestro le seguía una parranda de jugadores entrelazados festejándolo.

Andrés fusilando el segundo gol


Baste decir que es la primera victoria del Teror cadete sin la participación de Darío. Huelga mencionar que nadie echó de menos a Cristian, Alberto, Joel y Luis cuando nos fuimos en el descanso a los vestuarios ganando por tres a cero. Y eso que sin Joel atrás somos vulnerables, y sin Cristian en el mediocampo nos cuesta hacernos dueños de la zona donde se construye el fútbol. Y que sin Alberto carecemos de criterio tanto en el juego de contención como en proyección atacante. O que sin Luis nos falta un estilete ofensivo por la banda derecha insustituible. Y sin Kevin Carreño no tenemos un ariete agresivo con el que sorprender arriba, sacándolo fresco en el segundo tiempo. Claro que el entrenador es sabio y conoce lo que tiene que hacer para ganar un compromiso como el que se nos presentaba. Echó mano de refuerzos infantiles y le salió la empresa como las partidas de ajedrez en que Bobby Fisher borraba al contrincante del tablero. El CF San Mateo fue barrido literalmente del campo y tiene mucho mérito lograrlo porque estaba constituido por un plantel de jugadores fornidos que impresionaban por la potencia de sus piernas y las entradas duras que realizaban, aunque en su descargo ha de resaltarse que la mayoría no eran antideportivas.

Rayco en el suelo tras sufrir una entrada nociva

Hicimos morder el polvo a un equipo que partía como favorito porque estaba un punto por encima de nosotros y lo hemos dejado dos puntos por debajo. Llegamos, vimos y vencimos. De entrada el míster puso en liza lo mejor que tenía con los jugadores que le quedaban fuera de la enfermería o libres de sanciones. Andrés le recompensó marcando el segundo tanto y Javier haciendo subir al marcador el tercero. Jorge hizo un partido irreprochable jugando de lateral derecho sin permitir que nadie le rebasara, e Iván hizo el aporte más tímido porque parecía un jugador liliputiense tratando de moverse entre gigantescos "brobdingnags". De los participantes habitualmente titulares, Rayco abrió el marcador tras haber sido trenzada una gran jugada previa entre varios compañeros. Y David García puso la guinda del pastel marcando el gol que había prometido dedicarme y que marcó de libre directo magistral por ser un hombre de palabra y porque lo peleó y buscó durante los ochenta minutos.

David García en un remate a puerta que no entró por muy poco

Cuando el marcador ya exhibía un ostentoso e irremontable cero a cuatro, el entrenador José Juan empezó a sacar los suplentes para que se fueran fogueando. Iván entró por Alejandro, Orlando por David Cordero, Rubén por Javier y Axel por el portero Fran, de tal modo que Fran permaneció imbatido y Axel dio una de cal encajando un gol evitable si se hubiera anticipado al delantero, en lugar de quedarse quieto esperándolo; y otra de arena al detener un disparo raso y duro que yo vi dentro de la portería y todavía no sé de dónde sacó la mano con que lo echó fuera. Creo que para realizar una parada tan extraordinaria hay que estar tumbado en posición horizontal, de otra forma es inexplicable que le haya dado tiempo de arrojar su cuerpo al suelo. Frente a todo pronóstico y contra todas las leyes de la física, Axel despejó ese balón con una mano prodigiosa, demostrando poseer cualidades sobrehumanas como guardameta. Insisto en que el balón lo vi dentro y el graderío cantó el gol hasta el punto de que la gente se quedó con la sensación de haber visto un tanto anulado por el árbitro, cuando en realidad la pelota fue desviada a córner con una mano tan rápida como un destello.


David Cordero aprestándose a lanzar un libre directo

Bien avanzada la segunda parte el CF San Mateo logró el gol de la honrilla, en gran medida porque la UD Teror aflojó el pie del acelerador y pisó menos campo contrario. Los suplentes justificaron por qué partieron desde el inicio en el banquillo. La afición de casa, en su impotencia, reclamaba fueras de juego que no existieron en los goles y que cuando ocurrieron fueron pitados por el árbitro. Nuestro joven delantero Andrés incurrió dos veces en orsay y los dos goles que obtuvo así le fueron anulados, con lo que de haber partido en posición correcta ahora estaríamos hablando, más que de un baño de fútbol, de una goleada de escándalo. Este chiquillo es un atacante nato. Se desmarca bien y busca directamente la portería, sin rodeos. Este hombre no ha olvidado los rudimentos básicos del fútbol y sabe que el objetivo de este deporte consiste en perforar las redes del adversario. No malgasta el tiempo ni la paciencia de los espectadores como hacen otros que se pierden en florituras.


Javier conduciendo el balón con firmeza y maestría

Arbitró la colegiada Karina Hernández Hernández. Su labor fue impecable desde todo punto de vista, y eso que no estuvo auxiliada por ningún juez de línea. Equitativa y directa, con una mirada limpia, sin dejarse influir por los exabruptos del público, pitó con valentía todo lo que vio, sin complicarse la vida ni enredando a los jugadores con decisiones absurdas. Como no existe nadie perfecto, quizás el único aspecto mejorable de su arbitraje sea que a veces se demora en utilizar el silbato, lo cual demuestra que piensa y no se deja llevar por una primera impresión que pudiera ser engañosa. Supo mantener la autoridad incluso cuando los jugadores naranjas estuvieron a punto de formar una tangana al ir a recoger el balón, después de marcar su único gol, y Axel no quiso dárselo de inmediato. Sacó dos o tres tarjetas amarillas justas, señaló los fueras de juego que hubo y cortó todo conato de violencia sancionándola de inmediato. Así es como se arbitra. De los insultos que provenían de las gradas hizo caso omiso y no le tembló el pulso para proteger a los jugadores pitando faltas y deteniendo el partido si era preciso.


Karina Hernández Hernández.

Si todos los árbitros fueran tan justos como ella,
el F.C. Barcelona habría ganado cincuenta ligas.


VALORACIÓN INDIVIDUAL


Fran (8): No merece un diez por el poco trabajo que tuvo. Fue el propietario del área pequeña hasta el punto de que quienes se le acercaban perdían los papeles, desesperados porque él llegaba antes. Volvió a tener un entendimiento total con el balón. Parecía llevar imanes en los guantes, como si hubiera firmado un pacto con el cuero. En todo momento actuó y gritó a sus compañeros haciéndoles ver quién era el amo de la situación.

Fran, el "jaguar de la portería", es ágil
y flexible: un portento de elasticidad

Jorge (8): Intachable. Recorrió la banda taponando todo el peligro que se acumulaba por su zona. Pelea, da la cara y sale triunfante cuando disputa los balones. Parecía un veterano por su forma de jugar, con la ventaja de estar repleto de energía por ser tan joven. Es capaz de subir arriba para centrar, pero no se prodigó mucho por la peligrosidad de los rivales a quienes tenía que taponar.

Jorge, un joven lateral con oficio de sobra

Alejandro (7): Cumplidor y listo, a este lateral sólo le puede robar la cartera un despiste en que incurra él mismo. Salió al campo como si se hubiera juramentado para dar todo lo que tenía con tal de que sus compañeros estuvieran tranquilos y se dedicaran sólo a intentar ganar. Tuvo menos trabajo que el otro lateral, lo que es un indicio de que el contrario desechó entrar por su banda en vista de que le resultaba imposible. Alejandro fue el responable de que desistieran de penetrar por allí, y cuando se les olvidaba y volvían a intentarlo, siempre se encargó de recordárselo.


Alejandro consiguió que el San Mateo prefiriera atacar por la otra ala

Marco Antonio (6): Lo sigo viendo un poco atolondrado cuando no debería, porque es un jugador frío e inalterable. Quizá sea porque creo que encierra un potencial que no explota. Tengo tendencia a contemplarlo como si fuera un jugador de laboratorio que no arriesga ni inventa, que no hace nada fuera de lo esperado. Claro que también tiene órdenes de ser un central sobrio que debe guardarse los experimentos para su casa. Este muchacho podría con el tiempo aproximarse al área y hacer mucho daño, porque es un cañonero con un potente disparo.

Marco Antonio controló con frialdad todo el trabajo que le llegó a su zona

Carlos (8): Tenía la tarea imposible de hacer olvidar a Joel, que es como decirle a Darino que haga olvidar a Tonono, pero lo consiguió desde el punto de vista de la efectividad, que no del estilo, porque el de Joel y el suyo son muy distintos. Carlos estuvo bravo y no cometió deslices. Se le vio seguro, como si hubiera jugado en esa posición toda la vida. Incluso pareció mejor y rindió más como central que en su puesto habitual de lateral izquierdo. Fue indesbordable y cortó balones con precisión quirúrgica. Anduvo fantástico.


Carlos no estaba para bromas, porque no dejó pasar ni una

David Cordero (7): Éste hombre tiene una planta tan magnífica que desborda clase de superior categoría haga lo que haga, así se quiera pasar el partido de pie o sentado. Es lo que tiene la elegancia congénita: te hace parecer mejor jugador de lo que eres. Ahora bien, en este partido David se esforzó un poco más de lo habitual, sudó la camiseta y concedió mejores balones a sus compañeros, además de estar soberbio en la interrupción de los contraataques adversarios. Es una paradoja viviente: por su estilo parece no entregarse a fondo y por mucho que luche no pierde el estilo. Por eso resultó raro verlo despeinarse. Esta vez luchó para el lucimiento del equipo más que para la exhibición de sí mismo.


David Cordero demostró que además de tener clase sabe sacrificarse

Claudio (7): No tuvo su gran día, pero cada vez que juega celebra su onomástica porque siente el fútbol más que nadie en la plantilla. Todo lo hace bien y de él cabe esperar siempre que salga en un arranque de furia con una jugada espléndida. Jugó también para los demás en lugar de hacerlo para lucirse. Se convirtió en un obrero del centro del campo y desechó la idea de erigirse en la figura del encuentro. Luchó como de costumbre y le faltó esa inspiración que, cuando la tiene, le convierte en el jugador más valioso del equipo.


Claudio supo cómo resolver las situaciones más comprometidas

Rayco (9): Lo hizo todo. Un partido completo y redondo. Bregó, pasó, cortó e inauguró el marcador para abrirnos el paso hacia la victoria. Por fin pareció salir del estado letárgico en el que se encontraba. Da la impresión de estar alcanzando la forma física que le dio prestigio entre los aficionados. Un sector de seguidores del Teror mantiene una fe ciega en él, y por lo que demostró sobre el terreno de juego, los hinchas incondicionales que le apoyan tienen bien abiertos los ojos.


Rayco disponiéndose a subir al marcador el uno a cero

Javier (8): Rayó a mayor altura de la que cabe esperar en un jugador tan exquisitamente técnico. Dotó de mayor bravura a su juego, lo que unido a su inteligencia innata para el fútbol le hizo aparecer sobre el césped como un futbolista que brilló por encima de actuaciones anteriores. Calculaba bien el bote de los balones y no se dejaba engañar por las picardías de los adversarios. Va cogiendo experiencia y a medida que vaya fortaleciendo su físico aquí vamos a tener un jugador superdotado. Marcó un gol de antología directamente desde el saque de esquina, al estilo de los que metía en el Valencia y el Hércules el gran Mario Alberto Kempes. El portero ni podía creérselo, pero se le coló irremisiblemente porque trazó una parábola perfecta en dirección a las mallas. Humillante para el cancerbero del San Mateo, sí, pero de todos modos inapelable.


Javier es una máquina futbolística de alta tecnología

David García (9): Sostuvo su rendimiento a un nivel alto durante los ochenta minutos que duró el choque. Marcó un gol de falta lanzándolo a la escuadra tras sortear la barrera. Le hicieron faltas para poder pararlo, creó ocasiones de peligro que por poco no culminaron en goles, desbarató ataques contra nosotros. Estuvo sencillamente inconmensurable. Si he de ser justo, debo decir que compartió el estrellato del partido junto a su compañero Rayco. Su antiguo defecto era la intermitencia de su juego. Esta vez se empeñó en demostrar a todo el mundo que es capaz de sostener el esfuerzo sin desmayo. Qué jugador. Qué envergadura. Qué listo. Cómo lee las jugadas. Prometió marcar un gol y no cejó en el empeño hasta que lo hizo. Lo que este hombre hace está al alcance de pocos en este deporte. Es como un Paulo Futre con el físico de Edmílson jugando al estilo de Xavi. Tiene la viveza del primero, el aspecto del segundo y la cerebralidad del tercero.


David García lleva siempre en las botas nitroglicerina

Andrés (9): Merece la nota del número que lleva en la espalda. Es un "9" auténtico. Un jugador muy valorado. La posición más cara del fútbol. También la más difícil y golosa. Este muchacho no sé de dónde sacó el instinto asesino para marcar goles. Sólo sé que lo tiene y que es muy raro encontrarlo. El dorsal nº 9 es suyo mientras no se lesione o pierda la forma. Es rápido, hábil y no se anda con rodeos. Un jugador al estilo del pistolero Sony Anderson, incluso más completo porque arranca desde atrás, no se limita a pescar en el río revuelto del área. En este aspecto recuerda también a Lionel Messi, aunque con más proyección hacia el gol y menos capacidad de regate que el astro argentino.


Andrés es un "killer" del área que ni marcando descansa

Iván (3): Es un jugador muy valioso en la categoría infantil, pero en la de los cadetes se pierde. Y no porque no sepa jugar o no dé la cara. Simplemente ocurre que atléticamente lo superan. Se le ve muy débil y pequeño. Estos dos factores procura compensarlos con arrojo y calidad, es cierto. Aun así, me da en la nariz que no basta. La prueba es que no contribuyó en nada a la construcción del fútbol en el equipo. Todavía peor: el bajón de la intensidad en el juego del Teror también tuvo que ver con su concurso y el de los demás suplentes que salieron al campo.


Iván se limitó a cumplir un papel decoroso por su banda

Orlando (4): Malogró una ocasión por estar en fuera de juego. Disfrutó de pocos minutos para tener tiempo de hacer daño arriba. El equipo se había echado unos cuantos metros hacia atrás y lo dejaron bastante solo en punta. Cumplió la misión de inquietar a su marcador, para el que siempre fue un incordio. Apenas tuvo tiempo para destacarse.


Orlando fue esta vez la bala que el míster se guardó en la recámara


Rubén (s. c.): En el breve tiempo que disfrutó puso la mejor voluntad sin acierto ninguno. Trató de desmarcarse sin balón e hizo correr a su par, pero cuando la pelota llegó a sus dominios su inoperancia en el juego aéreo le pasó factura. Es un futbolista que está por hacer y tendrá que entrenar muy duro si quiere seguir siendo partícipe de este equipo el año próximo. Ahora mismo es carne de banquillo y cada vez que el entrenador le da otra oportunidad no hace más que defraudar las expectativas.


Rubén está todavía más verde que la camiseta

Axel (6): Encajó un gol con el que dio la impresión de pagar caro el inhibirse en la salida. En lugar de anticiparse al recibo del balón, permitió que el delantero lo controlase y le fusilara sin remordimiento alguno. Recibiendo ese gol le dio una alegría a la sufrida afición de la Vega de San Mateo y a los propios jugadores que lo celebraron con júbilo. Después desplegó una parada prodigiosa que descolocó a todos de su sitio. Cantaron gol y no había sido. La mano de Axel apareció de no se sabe dónde ni cómo para despejar un balón que entraba como un misil teledirigido a ras del suelo. Nunca sabré cómo pudo ser tan rápido. Es una intervención que por sí sola convierte en una figura a quien es capaz de realizarla. Axel ahí estuvo sobrenatural y magnífico.


Axel, la pantera del Teror

1 comentario:

  1. buen golpe el de la foto de tu hiho mas verde que la camiseta,pero tranquilo que ahi hay futuro.
    felicidades por el triunfo.
    ah comentarte que el equipo de mi sobrino jorge el tejeda de regionales asciende de categoria y el de mi hermano paco que es entrenador del viera regional tambien a tercera preferente.

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